El mensaje más claro de la marcha del domingo 13 de noviembre en defensa del INE fue la marcha misma. Por primera ocasión, después de casi cinco años la oposición social al gobierno de Andrés Manuel López Obrador tomó la calle. Saludo a las mujeres y hombres que dedicaron la mañana de su domingo a manifestarse bajo el vivo color de las jacarandas del Paseo de la Reforma.
Las benditas redes sociales no bastan para canalizar el descontento. Es necesario salir a la calle, sentir el sol en la cara, caminar unos kilómetros, sudar, gritar consignas, incluso insultar al presidente, sacar viejos anhelos como el de “Viva Cristo Rey”. La realización de la marcha es el mejor ejemplo de que en México existe libertad de expresión y de manifestación. Quien quiso salir a expresarse lo hizo en libertad. El saldo fue blanco. ¡Felicidades! Nadie de los que marchó puede acusar al gobierno federal o capitalino de autoritario.
¿Cuántos marcharon? Respecto al número de asistentes para no entrar en polémicas, un dato: Un Zócalo se llena con cuatro Monumentos a la Revolución, saquen cuentas.
Junto a los miles de ciudadanos que marcharon, varios personajes salieron de sus catacumbas políticas. La lista de adversarios de AMLO es larga. Roberto Madrazo, maratonista tramposo y el mayor delincuente electoral de la historia de Tabasco. Vicente Fox, expresidente de México, actual influencer, que se recuerda por instruir el desafuero de AMLO e incidir en el Tribunal Electoral para imponer en la Presidencia a Felipe Calderón. Elba Esther Gordillo, la mujer más poderosa durante cinco sexenios y cacique magisterial. Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón y ex candidata presidencial.
También gastaron suela: Santiago Creel, Manuel Clouthier, Laura Zapata, Sergio Mayer, Carlos Alazraky, Lía Limón, Sandra Cuevas, Mauricio Tabe, Santiago Taboada, Jorge Triana, Javier Lozano, Maru Campos, José Narro, Claudio X González, Claudia Ruiz Massieu, Miguel Ángel Osorio Chong, Marko Cortés, Rubén Moreira y por supuesto el polémico, Alito Moreno.
Patético ver a líderes partidarios del PAN, del PRI y del PRD, a cadáveres políticos, zombis electorales, colgándose como sanguijuelas de esta movilización para intentar chupar algo de credibilidad.
Del José Woldenberg esperaba un discurso distante de las descalificaciones simplistas y lejano de la polarización. Coincidimos en la importancia del INE en la democracia, en que es el resultado de muchos años de lucha y en que el INE es de la sociedad. Por lo demás, habló de generalidades y convalidó las mentiras que la campaña de desinformación ha difundido en medios y redes sociales.
Nunca explicó, por qué o de qué forma la elección de los consejeros electorales por voto directo de la ciudadanía o la reducción de 11 a 7 consejeros, dañarían a la democracia. Mi buen amigo Carlos Navarrete subió a sus redes sociales una nota de Rosa Icela Rodríguez de 1996, en la que se dio cuenta que la presidencia de Woldenberg en el INE fue resultado de una negociación entre Ernesto Zedillo y AMLO.
La integración del Consejo General es una negociación política de partidos y personajes. Después de Woldenberg, Elba Esther Gordillo impuso a Luis Carlos Ugalde. Leonardo Valdés fue un acuerdo de partidos y Lorenzo Córdova tuvo que entrevistarse y tener el visto bueno de Enrique Peña Nieto. Con el INE de Woldenberg hubo voluntad política, con el resto un simple y burdo reparto de espacios.
Woldenberg no dijo nada del dispendio en el INE, ni habló de reducir financiamiento a los partidos o el número de integrantes de las cámaras del Congreso de la Unión, dos propuestas que gozan de un amplísimo consenso social, lo mismo que la elección directa de los consejeros por parte de la ciudadanía.
La Cámara de Diputados analiza en estos momentos 107 propuestas de reforma electoral. De éstas, 54 son constitucionales y el resto pretende modificar las leyes del bloque en la materia. ¿Desde cuándo una propuesta de un Presidente legítimamente electo o de los grupos parlamentarios atentan contra el avance democrático? El INE, por medio de acuerdos o lineamientos, es quien está legislando en materia electoral, lo cual no le corresponde.
En fin, bienvenida la movilización social y un discurso opositor que por lo menos no está lleno de insultos. Eso pienso yo, ¿usted que opina?
La política es de bronce.
@onelortiz