Palabras de Hunter Biden, sus peores enemigas en el juicio

Fiscales usaron las propias palabras del hijo del presidente de EE.UU. como evidencia de su adicción y tergiversación en formulario federal de compra de armas

Lizzette Vela

12/06/2024 11:30pm

El gobierno de Estados Unidos presentó un caso contra Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, utilizando sus propias palabras en su contra. En sus memorias de 2021, Cosas bonitas, el hijo del mandatario estadounidense confesó que su vida giraba en torno a las drogas. Esta admisión se convirtió en una pieza clave para los fiscales, quienes alegaron que Biden mintió sobre su consumo de drogas al completar un formulario federal para comprar un arma en 2018.

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Los fiscales argumentaron que Biden falseó la magnitud de su adicción al responder «no» a la pregunta de si era consumidor o adicto a sustancias controladas en el formulario de compra de armas. En contraste, Biden sostuvo que había completado un programa de rehabilitación y vivía con una persona sobria, lo que le llevó a creer que ya no era adicto.

La fiscalía utilizó extractos de las memorias de Biden, donde describe una adicción de cuatro años al crack, incluyendo el periodo en que compró el arma. También presentaron mensajes de texto y metadatos de su teléfono, que revelaban que Biden seguía consumiendo drogas días después de adquirir el arma.

Hunter Biden fue declarado culpable de tres delitos graves: mentir a un vendedor de armas, hacer una declaración falsa en una solicitud federal de armas y posesión ilegal de un arma obtenida bajo engaño. Cada uno de estos delitos conlleva penas máximas de hasta diez años de prisión.

La condena está relacionada con la compra impulsiva de una pistola calibre .38 en uno de los momentos más bajos de su vida, marcada por la adicción al crack y múltiples intentos de rehabilitación. Los fiscales convencieron al jurado de que Biden mintió en el formulario federal conocido como 4473, afirmando falsamente que no era adicto.

Finalmente, la posesión ilegal del arma se derivó del periodo en que Biden la tuvo. La pistola fue descubierta por Hallie Biden, la viuda de su hermano Beau y pareja sentimental en ese momento, quien la arrojó en un contenedor de basura. La ley federal excluye a drogadictos de poseer armas de fuego, regulando estrictamente quién puede adquirirlas.