Leonarda Cianciulli, la mujer que mató a sus amigas y las hizo jabón

La primera víctima de Leonarda Cianciulli fue Ermelinda, una mujer de pueblo prácticamente analfabeta.

Leonarda Cianciulli, la mujer que mató a sus amigas y las hizo jabón

Autor: Iván Frutis

Leonarda Cianciulli fue una asesina en serie muy atípica. Nació en 1893 en Montella, en la provincia italiana de Avellino. A los 21 años se casó con Raffaele Pansardi, un funcionario de la Oficina del Registro con quien tuvo 12 hijos. El matrimonio se mudó a Lariano, en la Alta Irpinia. No mucho tiempo después, la pareja entró en una crisis y terminó por separarse.

Fue entonces que Leonarda Cianciulli se trasladó al tercer piso de un edificio en Via Cavour. Todo parecía normal, pero esto no duraría mucho tiempo así. En esta época fue cuando Leonarda conoció a sus tres mejores amigas: Francesca Clementina Soavi, Virginia Cacioppo y Ermelinda Faustina Setti. Las cuatro pasaban horas platicando en la casa de Cianciulli.

Los crímenes de Leonarda Cianciulli

La primera víctima de Leonarda Cianciulli fue Ermelinda, una mujer de pueblo prácticamente analfabeta. Era la más débil de las tres. Aunque la última vez que se le vio con vida fue en la casa de Cianciulli, esto no levantó sospechas. La homicida hizo creer a su víctima que su futuro esposo la iba a encontrar en Pola. Así la convenció para que le dejara una carta con poderes notariales para administrar su patrimonio y luego la mató en su casa. Le amputó las piernas y la decapitó con una sierra.

El macabro rito se completó cuando la asesina encendió la olla colada, metió seis kilos de sosa caustica y derritió las partes del cadáver en agua hirviendo. Leonarda hizo jabón del cuerpo de su amiga y usó el resto para cocinar pastelitos.

La segunda víctima fue Clementina Soavi, quien se ganaba el pan como vivienda. Su asesinato tuvo lugar el 5 de septiembre de 1940. Leonarda también le quitó la vida en su propia casa y después la transformó en jabón y pastelitos. La desaparición de la víctima no levantó sospechas porque todos creyeron que se había mudado cerca de Florencia, donde había encontrado un trabajo.

La excantante Virginia Cacioppo fue la tercera víctima. En la tarde del 30 de noviembre de 1940 fue a saludar a su amiga Leonarda Cianciulli y nunca nadie volvió a verla. Se convirtió en jabón y postres. Fue el crimen que provocó la caída de la asesina.

La caída de la homicida

Los familiares de Virginia sospecharon de la desaparición. La cuñada de la víctima informó sus inquietudes al superintendente de la ciudad de Reggio Emilia y le contó que la última vez que vieron a Virginia fue cuando entró a la casa de Leonarda. El superintendente comenzó las investigaciones y la verdad pronto salió a la luz.

En la casa de Leonarda Cianciulli se encontraron Bonos del Tesoro y joyas pertenecientes a las tres víctimas ocultas bajo un ladrillo, así como ropa de las tres mujeres. La homicida fue procesada en 1946 y durante el juicio confesó la verdad. Recibió una condena de 30 años de prisión y tres años en el psiquiátrico penitenciario de mujeres de Possuoli, donde murió de apoplejía cerebral el 15 de octubre de 1970.

Foto: Agencias

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