Llaman a las nuevas generaciones a mantener viva la llama del ’68

Flor Coca Santillana

Son las nuevas generaciones las que han tomado la estafeta de continuar la lucha por las libertades y no permitir nunca más la represión del estado, y los padres que han estado en la lucha deben dejar en sus hijos la semilla de su experiencia, para que sean los jóvenes quienes continúen peleando por la libertad en el país y en contra de la represión, dijo la presidenta municipal, Claudia Rivera Vivanco, en el zócalo, durante la conmemoración de la matanza de Tlatelolco.

En punto de las 8 de la mañana de este sábado, en el zócalo de la ciudad de Puebla se izo la bandera a media asta en señal de luto por los hombre y mujeres asesinados por el estado mexicano el 2 de octubre de 1968, la mayoría de ellos estudiantes.

En el evento estuvieron presentes autoridades municipales como Argelia Arriaga, presidenta municipal suplente, regidores e invitados especiales, entre los que se mencionó a Eloísa Vivanco, quien preside la comisión nacional de Honor de Morena; Alejandro Figueroa Ayala, en representación del comité del 68 y Armando Etcheverry, militante de Morena.

Después de cantar todos los presentes el himno nacional, se escucharon tres discursos. Tomó primero la palabra el ingeniero Oscar Aguirre Beltrán, quien habló de la represión del estado mexicano, encabezado por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz. Mencionó que los estudiantes realizaban un mitin pacífico en la plaza de las tres culturas en Tlatelolco, en la Ciudad de México, cuando una bengala fue el anunció para que el batallón Olimpia, comenzara a disparar indiscriminadamente en contra de los estudiantes. Habló del silencio de la prensa. Y terminó su discurso, diciendo: Ni perdón, ni olvido, siendo acompañado por las voces de los asistentes que corearon Ni perdón, ni olvido.

Después tomó la palabra el síndico suplente, Omar Jiménez Castro, quien después de relatar brevemente los hechos, destacó que nunca se sabrá cuantos estudiantes fueron asesinados, ya que las cifras siempre han estado maquilladas. Dijo que los mexicanos nunca olvidaremos el aciago día en el que los estudiantes fueron masacrados.

Para cerrar, Alejandro Figueroa leyó Memorial de Tlatelolco, un desgarrador poema de Rosario Castellanos que habla de ese día aciago.

Entre gritos de 2 de octubre no se olvida, es de lucha combativa, se terminó la ceremonia de conmemoración de un hecho que enlutó a México y que, efectivamente, han pasado 53 años y no se olvida.