Los ecosistemas sónicos de Duncan Pinhas: horizontes musicales que apuntan al futuro

Los ecosistemas sonoros de Duncan Pinhas ofrecen lecturas narrativas que no se circunscriben al universo particular de cada objeto de sonido, sino que remiten al escucha a una reflexión sobre el papel del ser humano ante los biomas reales

Los ecosistemas sónicos de Duncan Pinhas: horizontes musicales que apuntan al futuro

Autor: Daniel Carpinteyro

Hoy se presenta Duncan Pinhas en la Casa de la Cultura de Puebla. Para ganar acceso a su propuesta musical, es importante cuestionar las nociones más frecuentes a partir de las cuáles el gran público suele comprender la música: que si la música es ritmo, que si la música es melodía, que si la música es para bailar, que si las piezas deben durar de 3 a 4 minutos como nos tiene acostumbrados el radio.

Sin embargo, en algunas exploraciones musicales de vanguardia, como en su momento fue la musique concrete, la definición del concepto musical diverge radicalmente de las mencionadas definiciones simplistas, promovidas por los medios masivos para condicionar al publico a que solo pueda reconocer como «música» unas composiciones que se pliegan a parámetros que puedan generarse a niveles industriales, con mínimas variaciones entre unos y otros.

Para la musique concrète, que empezó a desarrollarse en Francia a partir de la década de los 40, la música es un espacio de experimentación acústica que pone el acento en el proceso, mismo que debe partir de una visión experimental tanto en los recursos tecnológicos empleados como en la complejidad del producto final, poco predecible para quien escucha. Por ello, la apertura del receptor es una condición fundamental para que este tipo de propuesta encuentre una audiencia.

Por ejemplo, la musique concrète no define sus unidades de sonido como «canciones», sino como «objetos de sonido», que como puntualiza el teórico musical Pierre Schaeffer «equivalen a la unidad de aliento o articulación, la unidad gestual instrumental. El sonido objeto es por lo tanto una acción acústica y una intención de escucha».

Fue precisamente Schaeffer, fundador del Studio d’Essai (que jugó un papel importante dentro de la radiofonía de la resistencia francesa ante la ocupación nazi), uno de los pioneros de la exploración de las alteraciones en la percepción temporal producidas por ciertas grabaciones, y quien imaginó la música futura como una «sinfonía de ruidos», apenas un lustro antes de que el guitarrista Link Wray empezara a hacer cosas raras con los tubos de vacío de sus amplificadores para crear, deliberadamente, sonidos ruidosos y ásperos.

La herencia estética de la musique concrète está presente en Richard Pinhas -padre de Duncan, que es el artista que nos ocupa- , quien desde 1974 ha realizado grabaciones de sonidos al aire libre, que después incorpora a sus objetos de sonido, donde ya filtradas se integran con sonidos de sintetizadores, guitarras eléctricas y otros elementos sónicos de origen informático.

Con claras influencias de la tradición en que se inscribe Richard Pinhas y otros músicos franceses de las décadas de los años 60 y 70 del siglo pasado, Duncan Pinhas apuesta por paisajes de sonido donde convergen sonidos generados electrónicamente y grabaciones, y donde notas que se ejecutan ‘en vivo’ por el artista se combinan con ‘loops’ o bucles, voces pregrabadas y multifiltradas y frecuencias que se insinúan, crecen, se desbordan y se repliegan, como si de una marea se tratase.

Tal vez no resulte exagerado afirmar que las piezas de Duncan Pinhas funcionan como ecosistemas, como biomas gobernados por una trama que el compositor insinúa, pero el escucha debe descifrar y complementar una vez que es capaz de reproducir la pieza en su mente.

Los ecosistemas sonoros de Duncan Pinhas ofrecen lecturas narrativas, sí, que además no se circunscriben al universo particular de cada objeto de sonido, sino que remiten al escucha a una reflexión sobre el papel del ser humano ante los biomas reales, sobre el origen del humano en esos biomas y también sobre el origen del colapso de los biomas en el quehacer humano. Después de todo, Duncan Pinhas es un compositor consciente de habitar el periodo del antropoceno.

Y en este ejercicio, el disfrute estético y la reflexión crítica establecen un delicado equilibrio. ¿Qué más se le puede pedir al ruido?

Duncan Pinhas se presenta hoy 20 de octubre a las 6 pm en la Casa de la Cultura de la Ciudad de Puebla con su composición Les Sons des Confins Naturels. La entrada es libre, pero el cupo es limitado.

IMAGEN DE PORTADA: YOU TUBE, Duncan Pinhas en Querétaro, Festival Alternativo 2022

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