Francisco Herrera Coca
La aprobación en el Senado de la nueva Ley de la Industria Eléctrica acaparó una buena parte de la discusión mediática de las últimas semanas, entre las críticas a la llamada #LeyApagón y la férrea defensa que hicieron de la iniciativa tanto la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Secretaría de Energía (Sener).
En entrevista con El Ciudadano, el senador Alejandro Armenta Mier defendió la iniciativa presidencial. “Todos los países del mundo que se encuentran entre las principales potencias económicas buscan como primer objetivo ser autosuficientes en la generación de energía con la que impulsan el desarrollo industrial, económico y otorgan servicios a su población”.
“Por eso, es necesario entender que nada es más importante para las naciones que lograr la soberanía energética, alimentaria y tecnológica. Que México, con esta reforma eléctrica, cancele contratos que se crearon con el antecedente de la corrupción y del aprovechamiento para que el país se vuelva dependiente; con eso, simplemente se puede debatir la postura de las y los senadores que no tienen un sentido nacionalista”.
Como ejemplo de la dependencia que se creó en los sexenios anteriores, Armenta Mier apuntó a los gasoductos que se construyeron con capital privado, los cuales cobran más de 60 mil millones de pesos (mdp) anuales al Estado por transportar el gas que México compra a Estados Unidos, por el cual se paga una cifra cercana a los 75 mil mdp, con contratos que duran aproximadamente 25 años y pueden prorrogarse por otros 25.
“Pagamos más de 125 mil millones de pesos por depender del gas natural que le compramos a Estados Unidos. ¿Por qué los gobiernos anteriores endeudaron país? No generaron modelos, no procuraron modelos de desarrollo energético, eléctrico, que no hicieran dependientes del consumo de gas”.
“Para ellos lo importante era el negocio de utilizar los gaseoductos privados y el negocios de comprar el gas natural en Estados Unidos, como es el negocio de depender de la gasolina que importamos. ¿Cómo justificar que un país que llegó a ser el cuarto productor de petróleo, y que hoy es el décimo, sea el primer país importador de gasolina en el continente americano?”.
“Los mismos que hoy estuvieron en contra de la reforma son los que desmantelaron a la refinerías de nuestro país desde hace 30 años hasta volverlas chatarra; cuando en este año se está acabando de construir una nueva refinería en la India, la más grande del mundo; cuando Japón, que no tiene una gota de petróleo pero vende gasolina, y vende sus productos de pretroquímica básica y secundaria para todos los usos industriales en los sectores primario, secundario y terciario, tiene más de 20 refinerías. Estados Unidos tiene más de 140. Por eso ayer fue un día muy importante, porque le pusimos un freno al abuso, el saqueo, la dependencia extranjera en la producción de energía eléctrica en nuestro país. Nada tiene que ver con la contaminación”, concluyó.
Llama la atención que aunque estos contratos para comprar gas hayan sido firmados durante los gobiernos del PRI y el PAN, partidos que ahora ondean la bandera de las energías limpias.
El nuevo petróleo
Para el senador por Puebla, la discusión que acaparará próximamente los reflectores de la política nacional será la propuesta de nacionalizar el litio, uno de los metales más preciados en la actualidad, ya que sirve para la elaboración de baterías de automóviles, celulares, computadoras, además de su utilización en diversos procesos industriales y médicos.
Cabe recordar que una de las principales fuentes de contaminación atmosférica son los automóviles que funcionan a base de gasolina, el problema es que los autos eléctricos dependen del litio para producir sus baterías. Por ello, este metal es clave para el tránsito del país rumbo a un uso generalizado de energías limpias.
Cuestionado sobre la insistencia del PAN en que esta medida estaba confeccionada para acabar con las industrias eólica y solar y favorecer el uso de combustibles fósiles, Armenta Mier respondió a El Ciudadano que se trata de un negocio, y señaló que exfuncionarios importantes del sexenios anteriores, incluido el expresidente Felipe Calderón, han formado parte después de las transnacionales a las que dieron contratos y ahora saldrían afectadas.
“¿Qué hace Felipe Calderón en el consejo de administración de Iberdrola? Lo contrataron porque fue secretario de Energía con (Vicente) Fox. Lo contrataron porque facilitó negocios a esta empresa”.
Alejandro Armenta, senador de Morena
“Son los mismos que entregaron las 31 concesiones mineras de litio a extranjeros en el sexenio de Enrique Peña Nieto”.
El también presidente de la Comisión de Hacienda en el Senado reiteró que nacionalizar no implica cerrar las puertas a la inversión extranjera, pero con candados que impidan que “Se llevan el litio como arena de río y nos lo regresen ya procesado. Lo que queremos es que se desarrolle la industria”.
Votación dividida
La aprobación en el Senado de la nueva Ley de la Industria Eléctrica fue más cerrada de lo previsto por el bloque de partidos que forman el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el Partido del Trabajo y el Partido Encuentro Solidario (PES), luego de que, a diferencia de lo sucedido en la Cámara de Diputados donde la iniciativa, calificada de prioritaria por el presidente Andrés Manuel López Obrador, avanzó sin mayores problemas.
Como ejemplo, de los senadores y senadoras poblanas, sólo Armenta Mier votó a favor de la iniciativa; llama la atención que su compañera de fórmula en las elecciones de 2018, Nancy de la Sierra Arámburo, del PT, votó en contra.
“Lamentó que algunas senadoras de Morena-PT no hayan votado a favor de México”, mencionó al respecto.
También los representantes del estado de Puebla de los partidos de oposición votaron en contra: Roberto Moya Clemente y Nadia Navarro Acevedo, del Partido Acción Nacional (PAN).
La ley ya fue aprobada y se espera la petición de amparos por parte de los empresarios, mientras, la guerra mediática buscará nuevos rumbos.