La gubernatura de Puebla y la alcaldía capitalina son los cargos públicos más codiciados en cada proceso electoral en el estado, así que a 14 meses de las elecciones varios aspirantes ya realizan proselitismo, aunque algunos arrastran escándalos o acusaciones de delitos en sus encargos anteriores.
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En Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Partido Acción Nacional (PAN), y Partido Revolucionario Institucional (PRI) ya hay disputas internas por las candidaturas, pues sus principales perfiles han manifestado sus aspiraciones y se enfrentan entre sí con eventos masivos, declaraciones, propaganda y campañas en redes sociales.
Legisladores, alcaldes, secretarios de estado y funcionarios de diversos niveles jerárquicos conforman la baraja de aspirantes, algunos con pasado en partidos o gobiernos antagónicos a los que ahora representan, e incluso con historial de acusaciones e investigaciones penales.
Los primos Mier en Morena
En Morena la batalla principal es protagonizada por dos primos: el senador Alejandro Armenta Mier, y el diputado federal Ignacio Mier Velazco, ambos con historia en el PRI, del cual fueron dirigentes estatales.
Armenta Mier preside la Mesa Directiva del Senado de la República y Mier Velazco la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, pero casi a diario realizan eventos masivos en Puebla y han tapizado la zona metropolitana de la capital con propaganda en bardas, lonas y anuncios espectaculares.
Para disfrazar su propaganda, ambos han recurrido a revistas de reciente creación y sospechoso financiamiento para promoverse, mientras que el senador además ha utilizado un libro sobre el potencial del litio en el país.
Con el PRI, Alejandro Armenta fue alcalde de Acatzingo, diputado local y federal, coordinador de campaña por la gubernatura, así como secretario de Desarrollo Social y director del DIF con el exgobernador Mario Marín Torres.
Mier Velazco también trabajó con Marín Torres, pero como secretario de Gobernación municipal, además de que fue diputado local y presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI.
En 2017 se sumaron a Morena, obtuvieron candidaturas y en 2018 llegaron al Congreso de la Unión, donde comenzaron a construir sus proyectos personales con miras al 2024, ambos con un factor en contra: la animadversión del difunto exgobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, con quien tenían diferencias y por eso criticaba públicamente sus acciones y les hacía reclamos.
En el proceso electoral de 2018, Armenta Mier fue acusado del presunto desvío de recursos públicos a su paso por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), en el gobierno de Mario Marín, pero luego de unos meses la Fiscalía General del Estado (FGE) congeló la investigación.
En 2022, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) involucró a Mier Velazco en una investigación por evasión fiscal y lavado de dinero, a través de varias empresas, entre ellas Diario Cambio, periódico del cual es socio y cuyo director, Arturo Rueda Sánchez de la Vega, se encuentra preso desde mayo del año pasado.
El grupo barbosista, el otro frente en Morena
Antes de morir en diciembre de 2022, con miras a la sucesión, Barbosa Huerta comenzó a alimentar las aspiraciones de su grupo político. El fallecimiento del exmandatario necesariamente impactó en su entorno.
El secretario de Gobernación (Segob) en el estado, Julio Huerta Gómez, primo del exgobernador, es el único de su grupo cuya aspiración ha ganado competitividad, ya que los demás han perdido exposición mediática, como la secretaria de Economía, Olivia Salomón Vivaldo y el secretario de Salud, José Antonio Martínez García, o tras ser defenestrados se han sumado a otros proyectos, como el exsecretario de Educación, Melitón Lozano Pérez.
Huerta Gómez también ha recurrido a la propaganda en bardas y espectaculares para dar a conocerse y participa en eventos masivos con el papel de secretario. La semana antepasada Mier Velazco lo acusó que presionar a presidentes municipales para que lo ayuden con la pinta de bardas.
Antes de encabezar la Segob, Huerta Gómez era director General de Gobierno en la misma secretaría y antes fue regidor en el ayuntamiento de Zinacatepec y funcionario en el de Ajalpan.
Se apuntan Claudia Rivera y Rodrigo Abdala
En caso de que Morena determine que la candidatura a la gubernatura será para una mujer, ha manifestado interés la exalcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, quien conforma otra facción en el partido junto con sus excolaboradores más cercanos.
Durante su mandato, la exedil se enfrentó varias veces al exgobernador Miguel Barbosa, quien intentó imponerle funcionarios, impedía obras que requerían permisos estatales, criticaba sus acciones o la descalificaba, así que incluso ella lo denunció por violencia política.
Con la intención de ampliar su popularidad, Rivera Vivanco realiza giras al interior del estado, aparece en medios de comunicación, en redes sociales comenzó una campaña para dar a conocer su experiencia y difundir su activismo político.
Antes de ser presidenta municipal, fue secretaria de Diversidad Sexual en el Comité Ejecutivo Estatal (CEE) de Morena, cuando era dirigente Gabriel Biestro Medinilla, actual secretario de Trabajo del estado.
La Auditoría Superior del Estado (ASE), afín a Miguel Barbosa, ha señalado varias veces a Rivera Vivanco de presuntas anomalías en sus cuentas públicas, pero todas se han solventado y ninguna ha derivado en denuncias penales, reconoció hace unos días el actual alcalde, Eduardo Rivera Pérez.
La exalcaldesa también enfrenta una sanción provisional (pues no está firme) por una denuncia de violencia política contra la excoordinadora de Proyectos del ayuntamiento, Yazmín Flores, quien ahora también tiene propaganda en bardas con la frase “#EsYaz” y replicada en su cuenta de Twitter.
El delegado de Programas para el Bienestar del gobierno federal, Rodrigo Abdala Dartigues, también ha aparecido como aspirante a la gubernatura con la reciente difusión de encuestas que supuestamente lo favorecen como el perfil más competitivo.
El PAN de Eduardo Rivera o el de Genoveva Huerta
El PAN se divide principalmente en dos grupos: el de Rivera Pérez y el de la exdirigente estatal del partido, Genoveva Huerta Villegas, que ahora es diputada federal.
Ambos recorren el estado en busca del apoyo de la militancia y la ciudadanía, aunque ella ha dicho abiertamente que aspira a la gubernatura, el alcalde aún no lo ha confesado públicamente.
Rivera Pérez tiene de su lado al Comité Directivo Estatal (CDE) panista, encabezado por Augusta Díaz de Rivera Hernández, mientras que Huerta Villegas tiene el apoyo de legisladores locales y algunos dirigentes municipales.
Las diferencias entre ellos comenzaron cuando vivían los exgobernadores Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso Hidalgo y en las dirigencias panistas de Jesús Giles Carmona y Huerta Villegas, el partido le cerró las puertas a Rivera Pérez y a su grupo político.
Incluso la bancada panista en el Congreso del Estado, por instrucción del exgobernador, ejecutó en 2015 la inhabilitación de 12 años para impedir a Rivera Pérez ejercer un cargo público.
Lo anterior por presuntas anomalías en su primera administración como alcalde de Puebla (2011-2014), sanción que logró echar abajo en 2017, con lo cual volvió a competir por la presidencia municipal en 2018, la cual perdió, pero en 2021 ganó.
PRI condiciona alianza con alianza Va por México
A tres años de formarse la alianza Va por México entre PAN, PRI y PRD, en Puebla el tricolor ha amagado con romper la coalición de manera parcial o total si el blanquiazul no le cede candidaturas importantes.
El dirigente estatal Néstor Camarilo Medina ha exigido que si el PAN encabeza la candidatura a la gubernatura, al PRI le corresponde la candidatura a la alcaldía de Puebla, pues en 2018 ambas postulaciones fueron para panistas: Rivera Pérez y Alonso Hidalgo.
Esta postura ha sido respaldada por el exdiputado local José Chedraui Budib, quien busca la candidatura del PRI a la presidencia municipal capitalina, que le fue negada en 2018 y en 2021.
Por su parte, el diputado federal Mario Riestra Piña y los diputados locales Eduardo Alcántara Montiel y Oswaldo Jiménez López, todos aspirantes también han expresado que el PAN debe encabezar las candidaturas a la gubernatura y a la alcaldía porque cuenta con mayor preferencia del voto, así que tiene más posibilidad de triunfar.
Ilustración: Iván Rojas
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