Querida lectora, querido lector: si usted goza de la dicha de tener un cónyuge o pareja sentimental bajo el régimen que sea, ¿Qué tan seguido le da usted la mano? O bien, ¿se ha fotografiado alguna vez dándole la mano a su pareja?
Mire con atención la siguiente foto.
Ella se llama Lupita. Él se llama Edmundo y es el alcalde de San Andrés Cholula. Esa mañana, ambos se pusieron sus mejores galas, tal vez comentaron entre ellos el acierto en la elección de sus atuendos y después se dirigieron -quién sabe si en el mismo vehículo o en camionetones separados, para cuidar las formas- al Parque Intermunicipal de San Andrés Cholula.
Este fue el mismo recinto donde tres años antes Lupita asumió con una blusa rosa como titular del DIF municipal de San Andrés Cholula y tras enunciar el gran honor que le representaba colaborar así en la administración de su esposo. Unos segundos después, la feliz pareja se dio un beso de piquito.
Y fue ante ese mismo escenario donde el pasado 15 de octubre, Lupita, ya vestida con un sobrio azul marino, asumió como alcaldesa de San Andrés para el periodo 2021-2024, y con una voz más firme que en la ocasión anterior, enunció los objetivos para sus primeros cien días de campaña, y también para los primeros 14 días.
Por citar uno de aquellos compromisos a corto plazo, se comprometió a equipar adecuadamente a los policías sanandreseños. Este punto es fundamental para que los elementos de seguridad puedan enfrentar a la delincuencia organizada que prolifera en la demarcación, cuya presencia no deja lugar a dudas con incidentes como el incendio intencional registrado el 28 de octubre en una plaza comercial sobre la calle Orión, mismo que se atribuyó inicialmente al cobro del “derecho de piso”.
Y cuando un fenómeno como la extorsión sistemática a comerciantes se presenta, es sinónimo de que la delincuencia organizada se siente envalentonada, o se sabe amparada, y no solamente por Malverde o La Santa Muerte. El cobro de piso es un signo de putrefacción en el tejido social producto del desinterés o de la connivencia de la autoridad en cuya jurisdicción se registra el fenómeno. De ahí que es un delito que por lo general no suela denunciarse. Porque la gente que está amenazada no denuncia. Y por ello, descartar la existencia de la amenaza apenas fundamentándose en la ausencia de denuncias es querer tapar el sol con un dedo o esconder la cabeza en la tierra. Y este es descarte es particularmente ominoso viniendo de quienes, aún sin denuncia de por medio, declaran como “probables vinculados a la delincuencia organizada” a personas ejecutadas cuyo cadáver todavía no alcanza el rigor mortis. De ese modo, se estimula la inmediata proliferación de titulares con la fórmula “ajuste de cuentas”.
San Andrés Cholula es también un municipio que enfrenta una enorme inequidad. Por un lado, están los hípsters de la UDLAP que van a jugar Pádel después de clases, o los ‘nómadas digitales’ extranjeros que encarecen los precios de las rentas y servicios, porque nada se les hace caro mientras disponen de las transferencias que les llegan de Silicon Valley. Por otro lado, están las 20, 383 personas con rezago educativo, las 177 personas que habitan viviendas con techo endeble, las 334 personas que viven entre muros con material endeble, o las 7, 572 viviendas con hacinamiento, sólo por nombrar algunos indicadores. Y a pesar de que esta problemática no suele quitar el sueño a los políticos panistas, la problemática pertenece al ámbito de lo real y lo concreto. Tan real y concreto como este documento del INEGI, llamado «Informe Anual Sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social 2023 San Andrés Cholula».
La nueva alcaldesa de San Andrés Cholula, pues, enfrenta una circunstancia compleja. Ciento cincuenta mil sanandreseños la están observando. El alcalde que la precedió en San Andrés Cholula, que afirma que le dejó la casa en orden y las cuentas cuadraditas… él también la está observando muy de cerca. ¿Dejará ella las casa en orden y las cuentas cuadraditas a la administración que siga, sea de las siglas que sean? ¿Qué apellido llevará el alcalde o alcaldesa que asuma en San Andrés Cholula en 2027? Algo es seguro: si la reforma constitucional contra el nepotismo de la presidenta Claudia Sheinbaum pasa en 2025, la siguiente persona que ocupe esa alcaldía no podrá ser familiar directo de la pareja real de San Andrés Cholula.
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Ilustración: Iván Rojas
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