La icónica actriz Maggie Smith ha fallecido a los 89 años, según ha confirmado su familia en un emotivo comunicado. Smith, conocida por su excepcional versatilidad en el teatro y el cine, dejó un legado imborrable a través de personajes inolvidables como la bruja Minerva McGonagall en la saga de Harry Potter y La Condesa Viuda de Grantham, Violeta Crawley, en Downton Abbey.
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Su familia informó que Smith murió en paz en un hospital de Londres, rodeada de amigos y seres queridos. “Estamos destrozados por la pérdida de nuestra extraordinaria madre y abuela”, declararon sus hijos, Toby Stephens y Chris Larkin, y pidieron respeto por su privacidad en estos difíciles momentos.
Smith, quien ganó dos Oscar a lo largo de su carrera y fue condecorada como Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico, fue elogiada por sus compañeros de profesión. Hugh Bonneville, quien compartió escena con ella en Downton Abbey, destacó su “sagacidad, chispa y formidable talento”. Durante su vida, la actriz acumuló numerosos premios, incluidos cinco BAFTAs, tres Globos de Oro y cuatro Emmys, y su trabajo en el teatro fue igualmente aclamado.
Nacida en Londres, Smith comenzó su carrera en el teatro en 1963, cuando Sir Laurence Olivier la incluyó en la Compañía Nacional de Teatro. Aunque inicialmente se mostró reacia a la idea, pronto se convirtió en una figura fundamental de la escena británica. Su habilidad para navegar entre la comedia y la tragedia la convirtió en una actriz excepcional, capaz de captar la esencia de una sociedad británica históricamente clasista.
En sus últimos años, Smith disfrutó de un resurgimiento de popularidad gracias a proyectos como El gran hotel Marigold y The Lady in the Van, que le permitieron conectar con nuevas audiencias. Su presencia en la saga de Harry Potter dejó una huella perdurable, tanto en jóvenes como en adultos, quienes la recordarán por su carisma y talento.
La noticia de su muerte ha suscitado una oleada de tributos en las redes sociales, con numerosos actores y críticos rindiendo homenaje a su influencia en la cultura británica. Smith, que siempre evitó la exposición pública, era conocida por su modestia y su enfoque despreocupado hacia la fama. “La comedia nunca se considera algo real”, solía comentar sobre su carrera.
El legado de Maggie Smith perdurará no solo en sus memorables actuaciones, sino también en la forma en que cautivó a diferentes generaciones con su arte. Su vida y carrera servirán de inspiración para futuros actores y para todos aquellos que aman el teatro y el cine.
Nota especial: Fernando Cabrera para El Ciudadano México
Foto: X
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