En respuesta a la irrupción de presuntos estudiantes de la Normal de Ayotzinapa en Palacio Nacional alrededor de las 9 de la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó que esta acción se trata de una provocación contra su gobierno.
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El mandatario mexicano afirmó que es parte de un plan para generar un movimiento en su contra, señalando que los manifestantes ya habían ocasionado daños en la Secretaría de Gobernación.
El presidente destacó la evidente intención de provocar una respuesta violenta por parte de su gobierno, y cuestionó por qué no se resguardó el lugar con policías, a lo que respondió que no se consideraba indispensable en ese momento. Explicó que la decisión se basó en la proximidad de la marcha conmemorativa del Día de la Mujer, ya que los manifestantes portaban objetos peligrosos.
A pesar de la situación, el presidente López Obrador expresó su disposición a reunirse con los padres de los estudiantes de Ayotzinapa y con los propios estudiantes, pero no antes de aproximadamente 15 días.
El jefe del Ejecutivo Federal hizo hincapié en que su prioridad es encontrar a los jóvenes desaparecidos y lamentó la actitud de los asesores y abogados de los padres, acusándolos de buscar confrontación y distracción.
El presidente López Obrador señaló a los abogados y asesores de manipular a los padres y obstaculizar la comunicación directa. También señaló a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y a grupos de derecha de falta de información debido a restricciones impuestas por los abogados.
Respecto a los petardos que se informó que estaban lanzando, López Obrador expresó su seguridad en cualquier parte del país, asegurando que es protegido por el pueblo.
A pesar de los momentos de tensión, el presidente mantuvo la calma durante la conferencia, incluso cuando se cerraron las puertas del Salón Tesorería de Palacio Nacional debido a los movimientos de los militares que resguardaban el lugar.
Finalmente, López Obrador informó que la puerta rota se reparará y reiteró su disposición a dialogar, canalizando la atención de los manifestantes al subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Arturo Medina, quien los recibiría en aproximadamente 15 días.
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