La saxofonista María Elena Ríos participó con La Maldita Vecindad durante el Vive Latino, festival que se realizó el pasado fin de semana en Ciudad de México. La intérprete oaxaqueña cumplió uno de sus sueños: tocar el saxofón ante miles de personas junto a una de sus agrupaciones favoritas. En septiembre de 2019, a María Elena la intentaron matar con ácido.
Decenas de miles de personas escucharon a María Elena Ríos interpretar «»Chacahua y «Kumbala», canción con la que culminó el concierto de esta agrupación.
«Es como un sueño hecho realidad porque desde chiquita, mi padrino me la cantaba. Siento mucha gratitud, permitieron que mi espíritu pudiera expandirse en ese momento en el escenario. Tenía muchísimo tiempo que no sentía de esos nervios que los saboreas, te subes al escenario y lo disfrutas tanto, que se hace efímero, demasiado poderoso». Declaró María Elena Ríos.
Sin embargo, esta no fue la primera colaboración de la saxofonista oaxaqueña con la Maldita Vecindad. El año pasado tuvieron su primer acercamiento, cuando María Elena colaboró con la agrupación en la reedición de «Chacahua». El tema se dedicó a los pueblos de Oaxaca y a la comunidad afromexicana.
María Elena Ríos explicó a El Universal que decidió subir al escenario con un atuendo «verde ácido» para manifestar su renacimiento. Actualmente, todavía recibe tratamiento médico por el ataque con ácido que sufrió hace casi tres años.
María Elena Ríos sigue exigiendo justicia
A través de redes sociales, Malena agradeció la oportunidad que le brindó la Maldita Vecindad de participar en el concierto y de llevar su exigencia de justicia ante el público del Vive Latino.
Asimismo, exigió a las autoridades que se ejecute la aprehensión del quinto implicado en el ataque que sufrió. Se trata de Juan Antonio Vera Hernández, hijo del presunto autor intelectual del intento de feminicidio, Juan Antonio Vera Carrizal.
«No porque yo vuelva a tocar, quiere decir que todo ha acabado. Al contrario, es un símbolo de seguir protestanto y seguir pidiendo justicia (…) Seguir visibilizando que no tengo justicia, que mi agresor sigue libre», concluyó.