Mauro Graciano Ricalde, el matemático mexicano que calculó la órbita del cometa Halley

Su trabajo se desarrolló en un contexto en el que el acceso a matemáticas avanzadas en México era limitado

Lizzette Vela

19/08/2024 1:26pm

El matemático mexicano Mauro Graciano Ricalde, originario de Mérida, Yucatán, se destacó en la historia de la astronomía al calcular la órbita del cometa Halley. Su habilidad para realizar complejos cálculos orbitales sorprendió a la comunidad científica internacional y subrayó que el talento no conoce fronteras.

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Su trabajo se desarrolló en un contexto en el que el acceso a matemáticas avanzadas en México era limitado.

Ricalde, hijo de una familia de agricultores, mostró su brillantez desde temprana edad. A pesar de comenzar su educación formal a los cuatro años, enfrentó dificultades financieras que lo llevaron a abandonar la escuela temporalmente. Sin embargo, regresó a su pueblo natal y continuó sus estudios en la Escuela Normal de Maestros del Estado, donde demostró su capacidad matemática al conseguir una beca y graduarse a los 15 años.

Su habilidad se hizo evidente en el Instituto Literario, donde realizó cálculos cruciales para evaluar el peso de una campana en la catedral local, lo que le ganó reconocimiento. En 1901, Ricalde publicó un método revolucionario en la revista Annales de l’Académie des Sciences para resolver ecuaciones quínticas utilizando funciones elípticas. Este método simplificó la resolución de ecuaciones complejas, un avance importante en las matemáticas.

Con la predicción de la visibilidad del cometa Halley en 1909-1910, Ricalde y otros científicos explicaron a la población que no había motivo para preocuparse. En 1911, publicó un folleto que detallaba sus observaciones y cálculos de la órbita del cometa, utilizando un lenguaje accesible para el público. Su trabajo incluía descripciones de diferentes tipos de órbitas de cometas y análisis detallados.

A lo largo de su vida, Ricalde se graduó como contador y se convirtió en perito contable y miembro esencial en diversas comisiones regulatorias. Su contribución a las matemáticas y la astronomía se recordó con cariño, y tras su fallecimiento el 9 de noviembre de 1942, se le rindieron homenajes en su tierra natal. Hoy en día, su legado perdura en Yucatán con nombres de lugares y placas conmemorativas en su honor.