Estos medicamentos, que imitan una hormona intestinal llamada péptido similar al glucagón-1 (GLP-1), han demostrado ser eficaces para reducir el peso y mejorar la salud de las personas con obesidad.
Los medicamentos GLP-1 se desarrollaron originalmente para tratar la diabetes tipo 2, pero se han convertido en una opción cada vez más popular para el control del peso.
En ensayos clínicos, las personas que tomaron estos medicamentos perdieron un promedio de 15% de su peso corporal en aproximadamente 16 meses. Además de la pérdida de peso, los medicamentos GLP-1 también han demostrado reducir los síntomas de insuficiencia cardíaca y el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Estos beneficios adicionales han llevado a los investigadores a creer que los medicamentos GLP-1 podrían ser una herramienta importante para prevenir enfermedades crónicas relacionadas con la obesidad.
Sin embargo, los medicamentos GLP-1 también tienen algunos inconvenientes. Son relativamente caros, con un precio de más de mil dólares al mes. Además, algunos pacientes pueden experimentar efectos secundarios, como náuseas, vómitos y diarrea.
A pesar de estos inconvenientes, los medicamentos GLP-1 representan una nueva esperanza para las personas con obesidad, podrían ayudar a millones de personas a perder peso y mejorar su salud.
Fuente: Revista Science