Mexicanos prefieren carnes rojas y ultraprocesados sobre frijol y maíz: UNAM

Louise Guibrunet, del Instituto de Geografía, señaló que la dieta tradicional mexicana ahora es adoptada por solo el 6% de la población

Lizzette Vela

09/01/2024 10:30am

Según una investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el consumo de alimentos en México está fuertemente influenciado por factores socioeconómicos, demográficos y geográficos. Terremoto de magnitud 7,6 en Filipinas activa alerta de tsunami

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En regiones sureñas, especialmente en zonas rurales, persiste una dieta basada en maíz y frijoles, mientras que en el norte y las ciudades prevalece el alto consumo de carnes rojas, lo que puede afectar la salud y la sostenibilidad.

Louise Guibrunet, del Instituto de Geografía de la UNAM, señaló que la dieta tradicional mexicana ahora es adoptada por solo el 6% de la población. El 94% restante ha reemplazado el maíz y el frijol por trigo y carne, lo que tiene serias implicaciones para la salud.

Este cambio se conoce como «transición nutricional» y coincide con una transición epidemiológica, que implica un cambio en las enfermedades prevalentes, como la aparición de más enfermedades crónicas en lugar de infecciones.

El aumento del consumo de carne en lugar de proteínas vegetales como el frijol tiene graves implicaciones ambientales, según Guibrunet, ya que la producción de carne emite hasta 100 veces más gases de efecto invernadero que el cultivo de frijoles.

El estudio identificó cuatro grupos alimenticios predominantes en la población, desde aquellos que mantienen la dieta tradicional hasta aquellos con un alto consumo de carne.

Destacaron la importancia de recuperar la dieta tradicional mexicana por sus beneficios en la salud y el medio ambiente, y subrayaron la relevancia de los sistemas agrícolas tradicionales, como la milpa, para preservar la biodiversidad y la resiliencia ante el cambio climático.

Los expertos también destacaron la efectividad de las políticas públicas, como la prohibición gradual de la venta de refrescos en escuelas, para reducir la adquisición de alimentos dañinos para la salud.

El estudio fue realizado por un equipo multidisciplinario de la UNAM e incluyó a investigadores del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías y del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad.