El gobierno de México ha manifestado su desacuerdo con la reciente resolución emitida por un Panel del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en torno a la controversia sobre el maíz transgénico. A través de un comunicado conjunto de las secretarías de Economía y Agricultura y Desarrollo Rural, el gobierno subrayó que las medidas tomadas para prohibir la siembra de semillas transgénicas en su territorio están fundamentadas en los principios de protección a la salud pública y los derechos de los pueblos indígenas, tal como se establece en la Constitución Mexicana.
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A pesar del desacuerdo con el fallo, las autoridades mexicanas han señalado que acatarán la decisión del Panel, reconociendo la importancia del mecanismo de solución de controversias dentro del T-MEC. “El sistema de solución de controversias es una pieza clave de dicho tratado”, afirmó la Secretaría de Economía, recordando el precedente favorable en el caso de las Reglas de Origen del sector automotriz.
El Panel determinó que algunas de las disposiciones del decreto mexicano de febrero de 2023 sobre el uso de glifosato y el maíz genéticamente modificado no cumplen con los estándares de evaluación de riesgos basados en evidencia científica, tal como lo estipulan las normas internacionales. Sin embargo, México reiteró su compromiso de proteger la salud, los recursos naturales y los derechos de los pueblos indígenas.
Las dependencias mexicanas afirmaron que continuarán defendiendo los derechos de su población, en cumplimiento de sus compromisos internacionales.
Foto: Redes
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