La tradición católica dicta que la Cuaresma comienza con el miércoles de ceniza y culmina el Domingo de Ramos. Este año, el periodo que marca la preparación para los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo comienza el 2 de marzo.
El miércoles de ceniza de este año cae el 2 de marzo. Ese día es conocido por el ritual de colocar ceniza en la frente. El sacerdote es el encargado de hacerlo. Pone una cruz de ceniza en la frente de los fieles y a cada uno suele decirle, mientras lo hace: “recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás. Arrepiéntete y cree en el Evangelio”.
La cruz que se coloca el miércoles de ceniza se obtiene de la quema de las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año litúrgico anterior. Con esto se hace un llamado a seguir la Cuaresma en preparación para vivir la Semana Santa. La Arquidiócesis de México señala que la ceniza bendecida representa el llamado a asumir el itinerario cuaresmal para celebrar la Pascua.
El origen del miércoles de ceniza tiene lugar hace cientos de años, cuando los judíos se cubrían de ceniza cuando hacían algún sacrificio. Los ninivitas también usaban las cenizas como símbolo de su deseo de conversión de una mala vida a una vida con Dios. En los primeros siglos de la iglesia, las personas que recibían el sacramento de reconciliación el Jueves Santo se ponían ceniza en la cabeza.
Hasta el año 384 d.C. la Cuaresma obtuvo su sentido penitencial. Durante el siglo XI se acostumbraba poner las cenizas obtenidas al quemar las palmas del Domingo de Ramos del año anterior para dar inicio a la Cuaresma, tal y como ocurre en la actualidad.
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