Miguel de Cervantes: un viaje por la literatura universal

Miguel de Cervantes Saavedra, novelista, poeta y dramaturgo español, es considerado el máximo exponente de las letras hispanas y uno de los más grandes autores de la literatura mundial. Su obra más célebre, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, publicada en 1605, es reconocida como la primera novela moderna de la historia.

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Cervantes vivió durante el Siglo de Oro español (siglos XVI y XVII), un período de esplendor literario, y su legado incluye tanto novelas largas como cortas, poesía y teatro. Su singularidad y relevancia en la literatura le han valido el título de “príncipe de los ingenios”.

Además de su carrera literaria, Cervantes fue soldado y participó en la lucha de las potencias católicas europeas contra el Imperio otomano. En la batalla naval de Lepanto, sufrió graves heridas que le dejaron la mano izquierda inmovilizada, lo que le valió el apodo de “manco de Lepanto”.

Hoy en día, su nombre honra el más prestigioso premio literario de la lengua española y varias instituciones culturales en el mundo hispano. Su obra es fundamental en el estudio de la filología hispánica y su vida, llena de enigmas, continúa siendo objeto de investigación.

Cervantes nació el 29 de septiembre de 1547 en Alcalá de Henares, España. Hijo de Rodrigo de Cervantes, un cirujano, y Leonor de Cortinas, tuvo una infancia marcada por la pobreza, al pertenecer a un linaje hidalgo arruinado. Su educación tuvo lugar en su ciudad natal, y aunque no asistió a la universidad, tuvo como maestro al catedrático Juan López de Hoyos, quien publicó algunos de sus primeros poemas, evidenciando su talento desde joven.

A los 22 años, Cervantes se trasladó a Italia, donde trabajó como camarero del cardenal Giulio Acquaviva. En 1570, se enlistó como soldado y participó en la famosa batalla de Lepanto, donde sufrió las heridas que marcarían su vida. Después de varios meses en un hospital, continuó su vida militar hasta que fue capturado por piratas turcos y llevado a Argel, donde pasó casi cinco años en prisión. Durante este cautiverio, comenzó a concebir la historia de Don Quijote.

Cervantes fue finalmente liberado en 1580 y regresó a España. A partir de entonces, su vida estuvo marcada por una serie de fracasos económicos y problemas familiares. Se casó en 1584 con Catalina de Salazar, pero su matrimonio fue infeliz y no tuvieron hijos.

En 1585 publicó su primera novela importante, La Galatea, y en 1605 se editó la primera parte de Don Quijote. La obra fue un éxito rotundo, generando tanto admiración como críticas, incluso de contemporáneos como Lope de Vega. La historia narra las aventuras de Alonso Quijano, un hidalgo que, tras leer numerosas novelas de caballería, pierde el juicio y decide convertirse en caballero andante.

Cervantes continuó escribiendo y publicando hasta su muerte el 23 de abril de 1616. A pesar de su reconocimiento póstumo y de ser considerado el creador de la novela moderna, su vida estuvo marcada por la pobreza y las dificultades.

Su obra ha dejado un impacto duradero en la literatura, siendo Don Quijote el libro más traducido después de la Biblia. Cervantes no solo es venerado en el ámbito literario, sino que su nombre adorna premios y monumentos en su honor en todo el mundo, y su legado es celebrado cada 23 de abril, el Día del Libro.

Nota especial: Fernando cabrera para El Ciudadano México

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