Mujeres deciden abortar: testimonios de un asunto de salud pública

La penalización del aborto voluntario en México no evita que éste se realice. Al contrario, pone en riesgo la vida de miles de mujeres que deciden hacerlo en contextos de marginalidad, sin acceso a información confiable ni a los procedimientos y medicamentos aprobados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Muchas mujeres han decidido abortar en la clandestinidad apoyándose en información de internet y con acompañamientos virtuales brindados por organizaciones sociales feministas. Hay también las que pueden acceder a médicos privados aunque no todos están dispuestos a intervenir, por temor a represalias o por creencias personales.

Dos jóvenes comparten su testimonio

Elizabeth tenía 22 años y estudiaba Psicología, cuando decidió abortar. Se atendía con una ginecóloga que, en una mala praxis, alteró sus informes médicos y al final se negó a asesorarla.

La joven mujer pudo abortar en una clínica de la Ciudad de México y recibió acompañamiento de su pareja. Ambos tomaron el camión hacia la capital, apenas con algunos datos. Al arribar a la capital abordaron un taxi con rumbo a la clínica.

Elizabeth cuenta que vio a muchas parejas en el lugar y destaca que recibió buen trato. La interrupción se hizo por el método AMEU (Aspiración Manual Endouterina). Le dieron una toalla sanitaria para el sangrado posterior al procedimiento, una gelatina, analgésicos y estuvo en observación. En cuanto al seguimiento en casa, ella se comprometió a enviar al médico un ultrasonido para corroborar que todo estaba bien y fue dada de alta.

Sobre el tema, Elizabeth enfatiza en la necesidad de implementar acompañamientos emocionales para brindar un servicio integral, además de garantizar este derecho en más estados del país.

Embarazada a los 19 años: el caso de Beatriz

Beatriz tenía 19 años cuando decidió interrumpir un embarazo no deseado y tuvo la posibilidad de un aborto seguro, realizado en casa, con el acompañamiento de sus amigas y el asesoramiento de un médico ginecobstetra.

Ella cursaba entonces la carrera de Criminología y ni ella ni su pareja tenían las posibilidades económicas, ni la estabilidad para decidir tener un hijo.

En su proceso fue acompañada por sus amigas que le brindaron el espacio para poder estar tranquila y segura.

Beatriz cuenta: «Fue un proceso de una semana para poder conseguir la información y los medicamentos».

El médico que la asesoró fue muy respetuoso con su decisión, a pesar de que en el 2009 no había tantos avances en relación con los derechos sexuales y reproductivos.

En perspectiva, destaca la necesidad de implementar una educación sexual y reproductiva integral tanto en las escuelas como en las familias, sin prejuicios ni morbo. Esto ayudaría –dice- a evitar estigmas hacia las mujeres que deciden iniciar su vida sexual o deciden sobre sus propios cuerpos y habría un panorama más inclusivo en materia de la salud.

El aborto: cantidades y condiciones

Se calcula que en México se realizan entre 750 mil y 1 millón de abortos clandestinos anualmente, pero, como han señalado diversas organizaciones, el problema no es cuántos, sino en qué condiciones se llevan a cabo.

En el país hay diversas iniciativas y organizaciones que trabajan para facilitar a las mujeres el acceso a la interrupción legal del embarazo en condiciones de seguridad, como son los casos de Marie Stopes México y el Fondo María.

Por otra parte, médicos de todos los estados de la República Mexicana, han lanzado recientemente la campaña “Salvemos miles de vidas México”, para sensibilizar, mediante información actualizada y adecuada, acerca del creciente número de daños y muertes de mujeres, adolescentes y niñas, derivadas de abortos inseguros. (@DeSalvemos).

Foto: Iván Castillo

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