El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha consolidado su poder en los últimos años, adoptando un enfoque autoritario y controvertido en materia de seguridad. Esto de acuerdo con Juan Pappier, subdirector encargado para las Américas de Human Rights Watch.
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En un artículo publicado en periódico español El País, el especialista señala que a pesar de su alta popularidad en El Salvador, su modelo de seguridad plantea preocupaciones sobre los derechos humanos y las instituciones democráticas en América Latina.
Medidas Extremas en la Lucha contra las Pandillas
Recientemente, los legisladores afines a Bukele aprobaron una ley que permite juicios masivos para presuntos pandilleros, lo que ha generado preocupación por la justicia y el debido proceso. Esta medida podría socavar el acceso a la justicia de las víctimas de pandillas, dificultar la liberación de inocentes y dar lugar a posibles violaciones masivas de derechos procesales.
Detenciones Masivas y Abusos
Desde hace casi un año y medio, más de 71.000 personas, incluyendo más de 1.600 menores de edad, han sido detenidas por las fuerzas de seguridad en El Salvador bajo un régimen de excepción que ha suspendido derechos básicos. Muchos de los detenidos no tienen vínculos con las pandillas y provienen de comunidades de bajos ingresos. Informes sugieren que algunas personas detenidas han sido torturadas, y varias han perdido la vida bajo custodia en condiciones inhumanas.
Concentración de Poder en el Ejecutivo
El presidente Bukele ha consolidado un gran poder en el Ejecutivo al cooptar la Corte Suprema, reemplazar al fiscal general y remover jueces independientes. También ha creado un ambiente hostil para la sociedad civil y el periodismo independiente, forzando a varios periodistas al exilio.
Reducción de Homicidios: Datos en Disputa
A pesar de las controversias en torno a las cifras, el Gobierno de Bukele afirma que la tasa de homicidios en El Salvador ha disminuido significativamente, situándola en 7,8 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2022. Sin embargo, se han señalado manipulaciones en la contabilidad de los asesinatos, lo que plantea dudas sobre la verdadera magnitud de la reducción.
Política de «Más Presos» de Bukele
El presidente Bukele ha promovido la idea de abordar la delincuencia y la violencia con una política de «más presos, más prisiones y juicios masivos». Su maquinaria propagandística ha presentado las violaciones de derechos humanos como logros del Gobierno.
Negociaciones con Pandilleros
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el Gobierno de Bukele inició negociaciones secretas con líderes de pandillas, ofreciéndoles privilegios carcelarios y protección contra la extradición a cambio de reducir los homicidios y apoyo electoral. Ante el fracaso de estas negociaciones, se implementaron medidas de mano dura.
El presidente Nayib Bukele de El Salvador ha implementado una política de seguridad controvertida que ha reducido la tasa de homicidios, pero que también ha generado preocupaciones sobre los derechos humanos y las instituciones democráticas en el país. Sus medidas extremas y su concentración de poder han sido objeto de críticas y controversias tanto a nivel nacional como internacional.