Nepotismo en Puebla: un catálogo familiar

Lupita Cuautle y Edmundo Tlatehui, el clan Riestra Piña, y el matrimonio Eduardo Rivera-Liliana Ortiz, son algunos ejemplos del alcance que el nepotismo tiene en el Partido Acción Nacional de Puebla.

Nepotismo en Puebla: un catálogo familiar

Autor: El Ciudadano México

Puebla, 8 de noviembre de 2024. Esta mañana, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que en 2025 presentará ante el Congreso General una iniciativa de ley para eliminar la reelección en todos los cargos de elección popular, así como para combatir el nepotismo.

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Esta medida propuesta por la presidenta puede considerarse un rescate del primer constitucionalismo mexicano, es decir, el de la época en que se acuñó el principio “Sufragio efectivo, no reelección”. Este principio fue vulnerado por reformas promovidas por el panista Felipe Calderón.

Así pues, se daría un paso en firme para evitar que tanto en las presidencias municipales como en el Poder Judicial sigan imperando dinastías, mismas que impiden que la mayoría de los mexicanos, esos que no gozamos de familiares ni amigos en los partidos políticos ni en el gobierno, podamos acceder a un puesto de elección popular o a trabajar en una dependencia de gobierno.

¿Cuál es el problema con el nepotismo?

El nepotismo, entendido como la práctica de favorecer a familiares o amigos en la asignación de cargos públicos, es una problemática arraigada en diversas sociedades. Si bien la intención de ayudar a los seres queridos es comprensible desde una perspectiva humana, esta práctica resulta perjudicial para el funcionamiento adecuado de las instituciones públicas y atenta contra los principios de mérito y capacidad.

La designación de personas para ocupar puestos de relevancia en el servicio público debe basarse en criterios objetivos como la experiencia, la formación académica y las competencias demostradas. Al privilegiar los lazos familiares o de amistad sobre estos criterios, se compromete la calidad de las decisiones que se toman y se afecta el interés general. En el ámbito público, donde las acciones de gobierno tienen un impacto directo en la vida de las personas, es fundamental garantizar que quienes ocupen cargos de responsabilidad sean los más idóneos para el desempeño de sus funciones.

En los casos más graves, el nepotismo se convierte en una herramienta para consolidar redes de poder y clientelismo político. Esta es una realidad en México desde tiempos inmemoriales y atraviesa a todos los partidos políticos. La designación de familiares o allegados en puestos clave puede servir para reforzar el control de un individuo o grupo sobre una institución, garantizando así la lealtad y la obediencia de los funcionarios. Asimismo, esta práctica puede utilizarse para asegurar el acceso a recursos públicos y la influencia en la toma de decisiones, lo que representa un grave riesgo para la transparencia y la rendición de cuentas.

Visto así, el nepotismo político es una práctica que atenta contra la democracia, porque en vez de ser el pueblo representado por personas que, por sus propios méritos, sean elegidos para ocupar plazas en partidos políticos u órganos de gobierno, el gobierno es secuestrado por clanes y dinastías que reinan soberanos a través de los capítulos de la historia de una nación.

En cuanto a esta problemática, Puebla tiene un catálogo de ejemplos de los cuáles escoger.

Lupita Cuautle y Edmundo Tlatehui, consortes reales de San Andrés Cholula

El panista Edmundo Tlatehui  Percino  fue director de Desarrollo Urbano de 2014 a 2016 en San Andrés Choula bajo la presidencia del también panista Leoncio Paisano. Cuentan que fue un periodo administrativo único, salvajemente redituable para quienes participaron en dicho cabildo, que dejó una deuda de 42 millones de pesos según la Auditoría Superior del Estado, que lo denunció penalmente por desfalco en octubre de 2020.

Edmundo Tlatehui, bien alineado bajo los designios morenovallistas, persiguió a los cholultecas que se opusieron a la destrucción parcial de la pirámide y a la privatización de áreas alrededor de éstas. Por fortuna para los cholultecas, tanto Tlatehui como Paisano fracasaron en este objetivo que violentaba los más elementales principios del ordenamiento territorial democrático.

Aún así los disciplinados y obedientes esfuerzos de Tlatelui rindieron fruto en 2021, cuando logró convertirse en alcalde de San Andrés Cholula. En 2024, llegó el momento de dejar el Ayuntamiento, trago que resultó un poco menos amargo dado que la nueva alcaldesa fue nada menos que la señora Guadalupe Cuautle, su esposa. 

Las raíces panistas de Lupita Cuautle son mucho más profundas aún que las de su esposo y antecesor en el Ayuntamiento de San Andrés, pues su abuelo Constantino Cuautle fue uno de los fundadores del PAN Puebla en 1974, lo que otorga a su linaje la categoría de “familia custodia” de Acción Nacional Puebla.

Sin embargo, el primer cargo que detentó Lupita Cuautle fue el de presidenta del DIF municipal de San Andrés durante el mandato de su señor esposo, Edmundo.

El 27 de febrero del presente año, la señora Cuautle sacó sus bártulos de las oficinas del DIF  y presentó oficialmente su candidatura a la presidencia de San Andrés Cholula. Ganó.

No es mucho lo que se puede afirmar en concreto sobre las credenciales académicas o laborales de Lupita Cuautle para resolver las múltiples problemáticas del municipio de 154, 448 habitantes, con cinco mil de ellos viviendo en pobreza extrema. 

Lo que sí sabemos a ciencia cierta es que hasta el 2027, en la casa Tlatehui-Cuautle no faltará el pan. Y como don Edmundo ya se apuntó ayer 7 de noviembre para dirigir el Puebla, si esta nueva apuesta rinde fruto, el porvenir político inmediato del matrimonio del momento en San Andrés Cholula luce más que promisorio.

El Clan Riestra Piña: dos colores, tres hermanos

Esta es la historia de tres hermanos cuyo padre les heredó más que un apellido, una casa y un código de vida.; les heredó el acceso al poder en Puebla.

 Mario Riestra-Piña, de raigambre panista, consiguió a los 30 años coordinar la bancada panista entre 2011 y 2014, e incluso llegó a dirigir la Junta de Gobierno y Coordinación Política durante 2014. Su función era fundamentalmente la de garantizar la presentación y aprobación de todas las iniciativas que fuera presentando el entonces gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas.

Más adelante, trabajó en la alcaldía de Tony Gali.  En 2016, asumió un importante puesto en la Comisión de Formación Política de su alma máter: el Partido Acción Nacional, de cuyo Comité Directivo Municipal pasó a formar parte en 2017. En 2018, Mario Riestra quiso convertirse en senador, pero su 25% de votación le resultó muy poco favorecedor frente al 47% conseguido por el binomio Nancy de la Sierra-Alejandro Armenta, de Morena.

Mario tuvo que replegarse en oración y esperar hasta 2021 para poder anotarse a otros comicios, ahora para diputado federal, en los que logró predominar. En 2024 se quiso convertir en alcalde de Puebla, pero ya sabemos esa historia en qué terminó.

En su carrera política, Mario no ha estado solo, pues ha contado con el apoyo incondicional de su hermana menor, Susana Riestra, que empezó a hacer política casi al mismo tiempo que él, precisamente en la época en que murió su padre, don Mario Riestra Venegas, incansable promotor de la causa morenovallista y Secretario de Economía en Puebla durante el mandato de Manuel Bartlett.

Susana tuvo su primer puesto público en 2011, bajo el primer mandato de Lalo Rivera, cuando fue   Directora de Fortalecimiento y Promoción de Recurso Educativo de la Secretaría de Turismo. De 2014 a 2018 (durante la legislatura que siguió a la que encabezó su hermano) también le tocó legislar desde la presidencia de la mesa directiva, solo que bajo las siglas del PRI-Verde Ecologista. A finales de 2018, casi logra convertirse en Secretaria de Desarrollo bajo Martha Érika Moreno Valle, si aquel accidente en helicóptero no hubiera cortado de tajo tan prometedora dinastía. Por algún motivo, Susana, como tantos otros morenovallistas, abandonó su puesto.

En marzo del presente año, la Comisión Permanente del PAN -en la que tanto resuena la voz de Riestra- aprobó a Susana como una de las siete plurinominales que tendrá la oposición en la LXII Legislatura del Congreso. Mientras tanto, Mario Riestra se apuntó durante la jornada de ayer para hacerse con la dirigencia del PAN.

Tampoco se puede dejar fuera de la ecuación a Rodrigo Riestra Piña, quien formó en 2011 parte del equipo de transición de Rafael Moreno Valle Rosas y que entre ese momento y 2013 ocupó cuatro cargos diferentes, relacionados con Finanzas y Desarrollo Rural, hasta ocupar la titularidad de esta última oficina en 2018.  De acuerdo a Andrés Villegas, de Morena, el paso de Rodrigo por la dependencia se caracterizó por la donación de predios a empresas fantasma.

Y como no se puede hablar de las ramas sin hablar de la raíz, vale la pena recordar a la señora Susana Piña Prieto, que de acuerdo a versiones, ha realizado en Quintana Roo compras inmobiliarias por un valor de 12 millones de pesos, mediante un gestor de bienes raíces que algunos medios han ligado al cartel de los Florian-Tudor.

Una biografía familiar digna de ser filmada por Scorsesse.

Eduardo Rivera y Liliana Ortiz; la cláusula de seguridad

Otro caso notable en términos de “contagio de pasión política” es el caso de la señora Liliana Ortiz, esposa del dos veces alcalde de Puebla, Eduardo Rivera, ese alcalde que dos veces dejó significativos desfalcos tras su gestión.

A inicios de este año, la señora Ortiz decidió buscar una diputación federal por el camino plurinominal. Fue en la misma época en la que empezó a sonar el nombre de Susana Riestra para el mismo cargo.

Cabe destacar que, fuera de las titularidades del Smdif de la ciudad de Puebla mientras su esposo fue alcalde, la señora Ortiz no había expresado, hasta este año, ningún interés en la carrera política.

La molestia con esos dos nombramientos fue tal que hasta el legislador Eduardo Alcántara se quejó públicamente, así como legisladores de otros partidos de oposición, como Jimmy Natale, del Partido Verde: “El PAN y sus aliados se reparten todo como botín. Ellos van por un interés personal o económico”.

Una de las interpretaciones sobre este hecho que llama la atención es la de Agustín Guerrero, de Morena, quien aseveró: “Como Lalo Rivera sabe que no va a ganar el gobierno de Puebla, pactó con Marko Cortés una cláusula de seguridad. Puso como condición que su esposa sea diputada federal vía plurinominal”.

Asimismo, el regidor Leobardo Soto estableció que ese tipo de mecanismos son normales en Acción Nacional para asegurar a las familias de los fundadores del Partido que en ningún momento se vean desprovistas de algún acceso al erario público.

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