En el que se presume sea el primer caso, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 del País Vasco, con sede en Bilbao, concedió a un preso del Centro Penitenciario de Martutene, la posibilidad de poder ver a su mascota.
El pequeño perro será sacrificado por un mal estado de salud y el hombre podrá verlo y despedirlo en una visita que mantenga con sus familiares.
De acuerdo con Infobae España, en la resolución judicial el juez decidió conceder el permiso después de que el interno hiciera la solicitud a mediados de junio tras conocer que su perro iba a ser sacrificado.
El preso quería verlo por última vez y el juez consultó con el psicólogo de la prisión para que le ayudara a argumentar su decisión.
Después de las consultas y los informes, el magistrado autorizó desde el 1 de agosto el llamado vis a vis, pero con algunas condiciones.
- El animal debe ser llevado a la prisión por un familiar al que se le haya concedido también la comunicación vis a vis.
- Acreditar con el certificado que el animal está a punto de ser sacrificado.
- El trayecto desde la entrada del Centro Penitenciario hasta la dependencia de vis a vis debe ser con bozal.
- En todo momento debe usar correa de manera que no se pueda escapar.
- Y en caso de que el animal ensucie la zona de encuentro el interno “limpiará las dependencias”.