Patricia Highsmith: complots, venganzas, crímenes e historias de amor

Por Flor Coca Santillana

Hace años, encontré en el librero un libro escrito por Patricia Highsmith, el título: Extraños en un tren. Me dejó intrigada el que a una persona se le pudiera ocurrir esa trama genial. Dibujar a dos personajes con serios conflictos existenciales a llevar a cabo un pacto siniestro.

Mary Patricia Plagman, su nombre real, nació el 19 de enero de 1921 en Texas y no fue una hija querida por sus padres que se divorciaron antes de que ella naciera. Ella queda al cuidado de su abuela materna y cuando su madre se vuelve a casar, adopta el apellido del esposo que era Highsmith. Desde pequeña era una lectora ávida de conocer, dicen quienes han escrito sobre su vida, que los temas que más llamaban su atención eran los que trataban de psicoanálisis, culpas y crímenes, entre otros.

No fue una niña que a su edad compartiera con otros pequeños los juegos, las pláticas. No, su mundo era la lectura y desde muy joven comenzó a escribir. Estudió en la Universidad Barnard literatura y dramaturgia.  Y nunca, durante toda su vida pudo tener una relación amorosa con su madre. Esto la marcó para siempre. Y en algún momento escribió en alguna página de su diario, pensando en su madre:

“Aprendí a vivir desde muy temprano con un odio homicida y eso probablemente me causó una propensión a escribir historias sanguinarias de muerte y violencia”.

La escritora tuvo que pensar mucho y asistir a terapias para asumir su condición homosexual. Si uno ve con detenimiento las fotografías de Higsmith, la dureza de su rostro impresiona y en casi todas sus fotos está ausente una sonrisa. Ella tenía una relación distante con las personas, prefería vivir rodeada de gatos y también, una curiosa afición, de caracoles que albergaba en todos los jardines de las diferentes casas que habitó.  

Patricia tenía una inteligencia superior y este libro, Extraños en el tren, fue su primera novela, la cual pudo escribir gracias a una beca. Ella trabajaba haciendo comics, pero ese trabajo no era lo que más le gustaba y quería. Patricia enviaba sus escritos a diferentes lugares para ser publicados, pero no tuvo suerte, hasta que uno de ellos fue leído por otro gran escritor que ya era conocido y admirado. El autor de A sangre fría, Truman Capote. Él la recomienda para hacer una estancia en un centro para artistas, recibiendo una beca, gracias a ella, presenta su primera novela Extraños en un tren, que tuvo un éxito inmediato. Era el principio de los años 50. De inmediato, Alfred Hitchcock, pensó en realizar una película y tuvo un gran éxito, como el libro.

En ella, dos desconocidos viajan en el mismo tren y por diversos azares de la vida, cada uno de ellos tiene una persona muy cercana a la que quisiera no volver a ver nunca. De ahí surge la idea de la venganza que cada uno de ellos llevara a cabo por el otro. Sería, de acuerdo con su parecer, el crimen perfecto.

Higsmith comenzó a escribir un diario de su vida personal desde que tenía 16 años. Ese diario que tiene un volumen de más de 8,000 páginas y muchos cuadernos, se va a conocer pronto.

Este año, 2021, es el aniversario número 100 del nacimiento de la genial escritora y quien tenía en custodia su legado, Ana Von Planta, que además fue una persona muy cercana a Patricia, es quien seleccionó las partes más importantes de su diario. Es, por supuesto, un acontecimiento literario que después de 25 años se den a conocer esas páginas que guardan todos los pensamientos y secretos de una mujer que no platicaba frecuentemente con las personas y prefería la soledad o compañías seleccionadas.  Este diario se dará a conocer en Gran Bretaña y Estados Unidos en el mes de noviembre de este año. Letice Franklin es la directora de la editorial que publicará el diario en Gran Bretaña y afirma, refiriéndose a este material:

“El resultado es una visión incomparable de una de las mentes más icónicas, complejas y fascinantes del siglo XX”.

Y aunque Extraños en un tren fue un éxito, la escritora tuvo que enfrentarse a cómo manejar su preferencia sexual en esos tiempos, los años cincuenta del siglo pasado, en los que hablar de homosexualidad, era impensable. En 1952, escribe El precio de la sal, que no firma con su nombre, sino con el seudónimo de Claire Morgan. La novela narra el amor entre dos mujeres y que, contrariamente a lo que pudiésemos pensar, termina con un final feliz.  No hay tragedias y tampoco condenas.  Años después, la novela se reedita con el nombre de Carol y la escritora da a conocer que es ella quien la escribió y que ocultó su nombre por lo prejuicios que se tenían hacia la homosexualidad y afirmó: “He escrito una novela de amor con final feliz, pero ¿qué sucederá cuando yo encuentre a la persona correcta?”. Ella tuvo muchos amores, sobre todo con mujeres, pero ninguno duró mucho tiempo. Ese libro alcanzó una venta de un millón de ejemplares “Me alegra saber que este libro les diera a miles de personas solitarias y asustadas algo en qué apoyarse” Desde el gran éxito de su primera novela, la escritora dejó Estados Unidos y vivió en diferentes países europeos: Francia, Gran Bretaña y Suiza.

Y hubo más novelas, como en las que crea al personaje Mr. Ripley. Un hombre encantador, pero es en realidad un estafador y se llega a convertirse en asesino.

Ella escribió 22 novelas y decenas de relatos. Muere en Suiza a los 74 años, quien se convirtió en una brillante escritora dejando ver al desnudo la maldad de la que es capaz un ser humano.

Pronto se conocerá la vida íntima de quien nunca expuso sus secretos en público.

Otoño de 2021

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