A menos de dos semanas de que Donald Trump retome la presidencia de Estados Unidos, el gobierno de México ha revelado la existencia de los «planes A, B y C» para enfrentar las potenciales deportaciones masivas que el republicano ha prometido.
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Estos planes están diseñados para cubrir diversos escenarios en función de la severidad de las deportaciones, las cuales podrían intensificarse tras el inicio de la administración Trump el 20 de enero. Entre las medidas propuestas, destacan acciones conjuntas entre múltiples dependencias, incluidas las Secretarías de Educación, Salud, Seguridad, Protección Ciudadana y del Trabajo, así como las autoridades migratorias. Estas instituciones trabajarán de manera coordinada para garantizar un retorno humanitario de los connacionales deportados.
El gobierno mexicano también planea desplegar a las fuerzas armadas en apoyo a estas acciones, garantizando así que los paisanos que regresen a México reciban la atención necesaria para facilitar su reintegración al país. Estas estrategias se implementarán conforme se presenten las necesidades, y los niveles de deportación determinen la urgencia de su activación.
En las reuniones recientes entre diplomáticos y autoridades mexicanas, se presentaron estadísticas sobre repatriaciones en administraciones estadounidenses anteriores, destacando que, a pesar de la retórica antimigrante de Trump en su primer mandato (2017-2021), su gobierno registró el menor número de deportaciones de mexicanos en comparación con las últimas seis administraciones de Estados Unidos.
Durante su primer mandato, Trump deportó a 766,055 mexicanos, una cifra inferior a la alcanzada por otros presidentes, como Joe Biden, quien en casi cuatro años de gobierno ha registrado 891,503 repatriaciones. Sin embargo, las administraciones con mayores deportaciones fueron las de Bill Clinton, con 7.4 millones de mexicanos devueltos en sus dos periodos, y George W. Bush, quien registró más de 4.6 millones de repatriaciones entre 2001 y 2009.
El próximo gobierno de Trump, que inicia el 20 de enero tras su victoria sobre la vicepresidenta Kamala Harris en las elecciones de noviembre, promete volver a endurecer las políticas migratorias, lo que ha puesto en alerta al gobierno mexicano, que se prepara para enfrentar posibles deportaciones masivas.
Foto: Redes
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