A unas horas de la víspera de año nuevo, poblanos acudieron a las tiendas y mercados del Centro Histórico a realizar compras de despensa, alimentos y hasta regalos de última hora, pues algunos no tuvieron oportunidad hasta este viernes por su trabajo
Como una “mala costumbre” calificaron esta práctica muy común en días festivos, cuando los recintos reciben una alta afluencia de gente, de quienes olvidaron o no pudieron comprar lo necesario o decidieron organizar algo de último momento.
“Yo pude hasta apenas hoy”, comentó un joven que circulaba apresurado por el corredor 5 de Mayo, con una caja de regalo, quien acudió por un regalo para el intercambio familiar, pues no tenía tiempo libre a causa de su jornada laboral.
Por otra parte, una familia platicó que será por la tarde, a unas horas del cierre de tiendas, cuando la afluencia de gente aumente, tras señalar que “así somos”, en alusión a quienes aplazan “a último momento algún encargo”; como en su caso, pues esta mañana debía entregar un paquete en el primer cuadro de la ciudad.
En contraparte, otras personas dijeron no tener planes o algún encargo en el Centro Histórico, pues solo paseaban durante su día libre o salían del trabajo, pues no planean “nada muy especial” para la noche de este 31 de diciembre.
Afluencia en mercados
De igual forma, en los mercados ubicados en la periferia se registró una alta afluencia de personas que acudieron a realizar compra de alimentos, además de distintos vendedores, quienes llenaron las calles y caminaban con bolsas de mandado, ropa o juguetes.
En el mercado de la 16 de Poniente, donde se ubican los locales de mariscos, la circulación vial fue cerrada y los puestos se ubicaron en medio del arroyo vehicular, mientras que en el mercado 5 de mayo familias enteras acudieron a comprar frutas y verduras.
En la vía pública, también hubo vendedores de artículos electrónicos, pirotecnia y hasta botellas de bebidas alcohólicas, sin que personal del ayuntamiento realice inspecciones.