La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo incluyó en el mensaje a la nación emitido con ocasión de su toma de protesta una lista de cien compromisos específicos que su gobierno asume.
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Entre ellos, destacan tres que involucran al estado de Puebla, que en la visión tanto de la presidenta como del gobernador de Puebla debe consolidarse como pilar estratégico en la construcción del Segundo Piso de la Cuarta Transformación.
Replanteamiento de concesiones de agua potable
Uno de los compromisos consiste en replantear el esquema de las concesiones de agua potable, que en el caso de nuestro estado detenta la compañía que en su origen respondió a la razón social “Concesiones Integrales S.A. de C.V”, y que diez meses después de ganar la licitación en 2014, lanzada por la administración del finado gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, se transformó en “Agua de Puebla”.
Dicha compañía ha sido objeto de diversos llamados por parte del Congreso de Puebla, entre los que destaca la moción del gobernador electo Alejandro Armenta a la LXI Legislatura, el pasado 26 de agosto, cuando conminó:
“El llamado respetuoso a la legislatura actual para que cite a comparecer a la representación de Agua de Puebla. Si ya no da tiempo le hago el llamado a la nueva legislatura para que lo citen a comparecer”.
Gobernador electo Alejandro Armenta
Si se toma en cuenta que Armenta subrayó durante su alocución que “El agua no es una mercancía, es un derecho”, cabe suponer que motivo de la comparecencia parece estar relacionado con el modelo de costos, además de la batería de modificaciones que la concesionaria ha hecho al contrato original suscrito hace una década ante el gobierno de Puebla.
Tren de pasajeros CDMX-Puebla-Veracruz
El segundo compromiso del nuevo gobierno federal que involucra al estado es la recuperación del tren de pasajeros CDMX-Puebla-Veracruz. Se sabe que Grupo México ha mostrado interés por el proyecto, aunque aún no ha trascendido qué compañía se hará con la licitación.
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Lo que es indiscutible es que el trazo de la ruta deberá ser evaluado conjuntamente por el Gobierno Federal en conjunto con los equipos del la alcaldesa electa de la capital, Clara Brugada, el gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta y la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle. Solo esta planeación sinérgica puede garantizar que cada una de las partes involucradas entienda la importancia del proyecto y realice la parte que le toca para mantener al tren sobre los rieles.
Dicho medio de transporte para pasajeros -mucho más moderno y menos contaminante que los autobuses- abriría una nueva ruta terrestre para que las personas pudieran circular entre la capital y el sureste del país, contribuyendo a desahogar las autopistas e incrementando la conectividad orgánica de estas regiones del país.
En respuesta a la presidenta Claudia Sheinbaum, el gobernador electo Alejandro Armenta reflexionó hoy 2 de octubre de 2024:
“Estamos viviendo un momento histórico con la primera mujer presidenta de México. Puebla abrazará completamente el segundo piso de la Cuarta Transformación. La Dra. Sheinbaum ha anunciado la reactivación del tren Ciudad de México-Puebla-Veracruz y un gran proyecto que cruzará la Mixteca Poblana, conectando hasta Guerrero”.
Alejandro Armenta
Limpieza del Río Atoyac
Los tres ríos más contaminados de la República Mexicana son el Tula, que corre por el estado de Hidalgo; el Río Lerma, que brota desde Almoloya, en el estado de México, y traza su cauce a lo largo del Valle de Toluca, Querétaro, Guanajuato y Michoacán, hasta desaguar en el lago de Chapala, que se extiende sobre Jalisco y Michoacán; y el Atoyac, que es el nombre con que se conoce al tramo del Río Balsas que atraviesa por Puebla y Tlaxcala.
El Río Atoyac padece la contaminación de 50 municipios, que vierten sobre su cauce los residuos de actividades industriales y agrícolas. Desechos provenientes de granjas, de la industria de la mezclilla, de complejos de fabricación de materiales para construcción y de embotelladoras terminan diariamente en el Atoyac.
“146 toneladas diarias de materia orgánica y 62.8 toneladas de sólidos suspendidos, así como 14 kilogramos de metales pesados”, de acuerdo a estudios referidos por la Universidad Iberoamericana, son la dosis diaria con que la industria poblana y tlaxcalteca ennegrece el agua del Río Atoyac, cuyas caprichosas variaciones de color y potentes aromas son del conocimiento de todos los poblanos. Sanearlo implica nada más y nada menos que transformar radicalmente el manejo de los desechos tanto domésticos como industriales a lo largo de una franja de 400 kilómetros.
Por fortuna, el gobernador Alejandro Armenta respondió con prontitud al llamado de la presidenta Claudia Sheinbaum, en el sentido de trabajar en estrecha colaboración con la presidenta Claudia Sheinbaum y su equipo de gobierno:
«Es tiempo de esperanza y acción. Desde Puebla, impulsaremos con determinación estos cambios que traerán progreso, bienestar y mejores oportunidades para las y los poblanos”.
Alejandro Armenta
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