El Club Puebla hizo pesar el estadio Cuauhtémoc y se metió a las semifinales del balompié mexicano después de vencer al Atlas por la mínima, y con eso dejar el marcador global en empate a un gol y calificarse por mejor posición en la tabla. A este partido se llegó con un marcador global de 1 gol a 0 a favor de la Academia tapatía. El empate global puso al club enfranjado en las semifinales.
El equipo local arrancó con mucha intensidad: todos corrían, tocaban y se movían; sin embargo, eso no les alcanzó, pues el conjunto rojinegro supo aguantar los minutos de asedio. Por órdenes del técnico Diego Cocca, Atlas cerró sus escudos al inicio del duelo; parecía que esa era la estrategia.
Pese al empuje poblano, Atlas frenaba las acciones, robaba el balón y arrancaba en contragolpe, pero también, sus ideas de ataque se quedaron en puras intenciones.
Conforme avanzó el reloj, los dirigidos por Nicolás Larcamón se fueron al frente y por fin lograron hilar sus pases hasta penetrar el área grande. La jugada de mayor peligro fue para el equipo enfranjado, cuando Amaury Escoto recibió un pase filtrado y reventó el travesaño de un zurdazo. El balón se elevó de más y le negó el gol a la escuadra local, después de eso la intensidad se apoderó del Cuauhtémoc.
El primer tiempo cerró con un atajadón de Antony Silva, portero del Puebla, al lanzarse sobre su costado derechó y evitar que un remate esquinado cruzara por su línea de gol.
Para el segundo tiempo, el Club Puebla arrancó con la misma intensidad y logró ir encerrando a su rival, el cual respondió con un par de cambios defensivos.
En respuestá, Larcamón mandó al campo a su delantero Gustavo Ferraireis para acompañar a Escoto y a Ormeño. En ambos equipos el medio campo desapareció y el Puebla dejó de protegerse para apostarle todo al ataque. La recompensa llegó.
Al minuto 69, Ferrareis recibió un balón esquinado que ganó y tras quitarse la marca, mandó un centro al corazón del àrea grande a donde fue a buscarlo Ormeño, quien se lanzó en barrida pero a la par el defensa Anderson Santamaría, del Atlas, también trató de rechazar el balón, pero en su carrera chocó la esférica y la mandó a guardar en su propia portería para darle el gol del triunfo al Puebla.
Tras el gol, el duelo se cerró. Atlas tenía la obligación pues el empate lo dejaba eliminado, pero con el gol se esfumaron también sus ideas.
Tras el gol, el Club Puebla apostó por el juego defensivo, pues ya estaba calificado y era semifinalista.
Con esto el Puebla está en las semifinales y sueña en grande…
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