A partir de este medio día el destino de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) estará en manos de una mujer y ese hecho genera esperanza de un cambio que se percibe ya con la ruptura de la sucesión masculina que se tenía en la rectoría.
La presencia de una mujer como autoridad máxima da esperanza a muchas otras que han luchado durante años por sobrevivir en un lugar de trabajo dominado por hombres. Son tiempos de cambio y que la BUAP cambie no es extraño.
La de María Lilia Cedillo Ramírez es una larga historia de vida académica y de gestión en una de las universidades que se mantiene, por ejemplo, en un lugar sobresaliente en el QS World University Rankings y que al mismo tiempo es heredera de una historia que data de hace 443 años, cuando se fundó la Compañía de Jesús de San Jerónimo.
Las 54 mil 79 muestras de apoyo que la llevaron a la rectoría apuntalan sus 39 años en la BUAP, institución a la que ingresó como estudiante y de la que fue auxiliar de investigación, docente y profesora investigadora tipo B.
A Lilia Cedillo la acompañará Norma Pimentel López, titular de la Tesorería General, quien el 28 de enero fue nombrada por unanimidad para el periodo 2021-2025 por el Consejo Universitario, y ha desempeñado un papel fundamental para la estabilidad económica de la BUAP.
Ahora que se prepara para asumir su cargo es necesario tomar en cuenta que tiene a un alumnado ansioso por cambiar la vida universitaria, que exige seguridad en las calles, que reclama docentes calificados, que denuncia el acoso de profesores. Un alumnado que es capaz ya lo sabemos, de organizarse.
Su momento es también el de una universidad que requiere de funcionarios que hagan no sólo lo que se necesita sino lo que se puede para transformar la vida de sus miles de alumnos, profesores y trabajadores.
Sí, de todos ellos, pero también de la sociedad, de la ciudad, del estado de Puebla; ese es quizá uno de los temas olvidados de sus predecesores: la vinculación de los egresados no sólo con el mundo laboral, sino con el entorno social en el que sean agentes de cambio.
Quizá sea ese uno de los pendientes de mayor urgencia por atender: los beneficios y las oportunidades para que la sociedad arrope y cuide a sus estudiantes y estos a aquellos.
Las generaciones actuales de estudiantes y las venideras que alcanzarán la mayoría de edad ya con Lilia Cedillo como rectora, necesitan conocer una líder.
Los primeros pasos en ese sentido los dio cuando tras ser ratificada como rectora electa prometió una “colaboración respetuosa” con el gobierno estatal que encabeza el gobernador Miguel Barbosa Huerta, apertura y cuentas impecables.
El mensaje conciliador de Lilia Cedillo toma forma con su decisión de que José Carlos Bernal Suárez vuelva a la Vicerrectoría de Cultura; Flavio Guzmán Sánchez, actual vicerrector de Cultura, pasa a la dirección del Complejo CU; y permanece en su cargo Ygnacio Martínez Laguna, vicerrector de investigación y Estudios de Posgrado.
Al margen
Algo no huele bien I: el Comité Seccional del Movimiento Antorchista en la región de Huauchinango afirma que no asistió como organización a manifestarse contra las políticas de reparto de apoyos tras el paso del huracán Grace; afirman que ninguno de sus líderes irrumpió en la reunión de trabajo en la que estuvieron el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta en el recinto ferial. ¿Si no asistieron como organización, sus afiliados fueron a título personal?
Algo no huele bien II: ¿Qué artes manejan los manifestantes que burlaron a la Guardia Nacional y los retenes que se antojaban infranqueables para llegar hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador?
Tips: @IsraelV_mx e [email protected]
* Periodista originario de Guanajuato y radicado en Puebla. Ha colaborado en los periódicos Milenio, El Financiero, Correo de Guanajuato, El Popular de Puebla y AZ de Xalapa; diplomado en Periodismo de Investigación en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México-Proceso y diplomado en Periodismo de Investigación en el CIDE.