De acuerdo a un estudio de 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, México ocupa el primer lugar en maltrato animal en Latinoamérica y el tercero en el ranking mundial.
Mientras que Puebla, de acuerdo a la presidenta de la Asociación Mestizos Sin Fronteras, Erika Marisol Hevia Reyes, ocupa el segundo lugar en maltrato animal dentro de la República. ¿Qué se ha hecho para mitigar esta situación?
Miremos esto con detenimiento. Con el paso del tiempo los paradigmas que abordan la temática de maltrato animal se han transformado hacia un sentido humanitario. Es decir que, muchas prácticas con animales que antaño solían ser socialmente aceptadas o normalizadas, serían impensables en la actualidad; o al menos eso se podría suponer.
A pesar de que el ser humano llegó a compartir el mundo con la naturaleza, y no viceversa; como especie hemos puesto nuestros intereses como los únicos y centrales en la agenda global. Aun así, han existido grupos activistas y asociaciones civiles que se han embarcado en la lucha animalista y se han rebelado contra estas prácticas violentas, para garantizar la protección animal.
¿Qué entendemos exactamente como maltrato animal?
La violencia hacia los animales tiene muchos matices: hay personas que consideran que gritarles a las mascotas no es necesariamente un acto violento, y hay quien considera que la mera existencia de las mascotas va en contra del orden natural.
Para fines de esta investigación entenderemos violencia/maltrato animal como cualquier acción que ponga en riesgo el bienestar, la vida o la seguridad de un animal fuera del margen de lo establecido como «muerte humanitaria» que la industria ganadera ha determinado a lo largo de su existencia.
Es necesario acotar su significado, para no virar hacia otras vertientes que no atañen a esta investigación.
¿Qué defienden los pro-animalistas?
En realidad, y como ya mencionaba, los defensores de los animales están divididos dentro de las escalas de lo que defienden.
Algunos grupos han optado por no consumir carne ni productos lácteos, defendiendo los derechos animales desde sus trincheras veganas y vegetarianas. Otros lo hacen frente a los mataderos, rescatando a animales en situación de calle o en peligro. Otros más radicales se enfrentan cara a cara con las grandes industrias ganaderas y lácteas, en la búsqueda de mitigar o detener sus acciones.
Como tal el pro-animalismo no tiene una sola cara, ni defiende una sola causa; sin embargo, todas las personas defensoras adeptas a esta ideología convergen en una utopía donde el maltrato animal sea algo del pasado y donde los derechos de los animales sean una realidad legítima.
¿Qué se ha logrado en materia animalista?
Regresemos un poco en el tiempo. En 1978, en una reunión en Londres, con el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se realizó La Declaración Universal de los Derechos de los Animales.
Un documento bien intencionado que, sin embargo, no cuenta con las bases legales que puedan contribuir a la generación de normativas, regulación de castigos y sanciones para aquellas personas que cometan actos delictivos en esta materia.
En 2018 se publicó oficialmente a través de la UNESCO, y si bien ha sido la base para muchas legislaciones vigentes en materia de protección y bienestar animal, no cuenta con el sustento legal.
Sobre la conciencia animal
En 2012, la Universidad de Cambridge, de Reino Unido, llevó a cabo un seminario alrededor de debates y conferencias sobre la conciencia en los animales-no-humanos.
Entre los presentes habían grandes figuras de la neurociencia, incluyendo al mismísimo Stephen Hawking (teórico conocido por sus teorías de la relatividad y los agujeros negros en el campo de la Física Cuántica).
Uno de los debates clásicos en la neurociencia y de la cognición es la distinción entre humanos y el resto de los animales; cuya conclusión radica en que los humanos somos capaces de razonar, de recordar, de sentir, de hacer uso del habla y de ser conscientes de nuestra realidad; mientras que los animales, de acuerdo al conocimiento colectivo, no.
En esa ocasión se llegó a la conclusión de que, si bien ellos, como sociedad científica, consideraban que los animales tienen conciencia, el resto de la sociedad civil-no-científica no lo considera de tal modo.
Muchos animalistas han tratado de instruir sobre estos avances científicos que demuestran y sustentan que los animales son capaces de experimentar dolor, de ser conscientes; y, por ende, deberían gozar de derechos propios.
Legislaciones nacionales en materia de protección animal
En México hay tres legislaciones que establecen la relación animal-humano-naturaleza: 1) la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente; 2) la Ley General de Vida Silvestre y 3) la Ley Federal de Sanidad Animal.
Las dos primeras abordan a grandes rasgos la relación que los mexicanos deben mantener en la federación, tanto con animales, como con el medio ambiente en general.
Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente
La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (promulgada en 1988, y reformada por última vez en enero de 2021) establecen cuáles son los presupuestos mínimos que se deben mantener para el correcto equilibrio, conservación y protección al medio ambiente, la biodiversidad y la naturaleza en general que forma parte de la República mexicana.
Como tal esta Ley acoge a los animales, al ser parte del ambiente; pero su enfoque está más hacia los aspectos territoriales, de contaminación, reservas naturales, servicios ambientes, entre otros.
Ley General de Vida Silvestre
La Ley General de Vida Silvestre (promulgada en el 2000 y reformada por última vez en mayo de 2021), la cual tiene por objeto conservar y aprovechar de forma sustentable a aquellos animales que forman parte natural de su ecosistema, y que viven en libertad en este.
Con ella se busca regular todo lo referente a la fauna silvestre: regular que sus recursos no sean afectados por labores humanas, así como cuidar su integridad general con el fin de no intervenir con sus ciclos y sistemas de vida. Al igual que regular lo referente a la caza, pesca y actividades afines.
De nuevo, como tal esta Ley aborda cuestiones referentes a una muerte digna y cazas responsables, que no ponga en peligro la preservación de la especie perteneciente. Se menciona el maltrato pero no se adiciona del término “animal”.
Ley Federal de Sanidad Animal en México
La Ley Federal de Sanidad Animal (publicada en julio de 2007 y reformada por última vez en febrero de 2018); la cual establece el objeto de la Ley en su Capítulo Primero:
- Fijar las bases para el diagnóstico, prevención, control y erradicación de las enfermedades y plagas que afectan a los animales.
- Procurar el bienestar animal.
- Regular las buenas prácticas pecuarias [ganaderas] en la producción primaria, en los establecimientos dedicados al procesamiento de bienes de origen animal para consumo humano. Esto incluye a rastros y unidades de sacrificio [mataderos].
- Fomentar la certificación de dichos establecimientos, en coordinación con la Secretaría de la Salud.
- Regulación de los establecimientos, productos y el desarrollo de actividades de sanidad animal y prestación de servicios veterinarios.
- Regular los productos químicos, farmacéuticos, biológicos y alimenticios para uso en animales o consumo por éstos.
Esta Ley sí tipifica los conceptos de “maltrato animal” y “crueldad animal”; aunque es curioso porque si bien la ley habla del bienestar animal, el tinte de la legislación pinta más hacia las buenas prácticas pecuarias (sobre inspecciones y normativas hacia rastros y establecimientos afines); así como el control sanitario respecto a las plagas y enfermedades que los animales puedan contraer y contagiar hacia la población.
Legislaciones sobre bienestar animal en Puebla
En Puebla es hasta 26 de febrero de 2018, que la LX Legislatura del Congreso del Estado publicó la Ley de Bienestar Animal.
Esta Ley relata los derechos, sanciones, obligaciones e institutos responsables alrededor de los animales en el estado; así como busca mitigar y erradicar la crueldad animal, las violaciones a sus derechos, y determinar los mismos.
Si bien es un logro que se publiquen e implementen estas leyes, las legislaciones son proyectos cambiantes que requieren de modificaciones constantes que reflejen las condiciones y el contexto de cada sociedad que buscan normar. El caso de protección animal no está exento; sobre todo en un país donde no está tipificada esta situación.
El 27 de noviembre de 2020 se publicaron diversas reformas a la Ley de Bienestar Animal del estado; mismas que establecieron atribuciones y responsabilidades mayores para «la tenencia, cuidado y desarrollo de animales» (CONGRESO).
Entre las reformas están:
- El aumento de términos del glosario (contenido en el artículo 3); para una mejor definición referente a los siguientes:
- Bienestar animal. Se anexa al estado físico y mental, un cumplimento total respecto al correcto alojamiento, manejo, alimentación; y faltas de este ante actos de negligencia, sufrimiento o enfermedades.
- Centro de Atención Canina. «Establecimiento de servicio público a cargo de los ayuntamientos o en su caso sus proveedores o concesionarios, que lleven a cabo de manera enunciativa y se deja fuera la acción limitativa en las siguientes actividades: programas de control y detección de rabia en perros y gatos; atención de reportes ciudadanos, captura humanitaria de animales en la calle; el sacrificio humanitario; jornadas permanentes de vacunación antirrábica, la toma de muestras de animales sospechosos de enfermedades; esterilización quirúrgica y consulta médica veterinaria para perros y gatos.»
- Crueldad animal. «Se incorpora en la denominación […] los actos de zoofilia, el abandono, la tortura, la mutilación, el incendio, la asfixia, ataques con ácido, objetos punzo cortantes, armas de fuego, uso de pirotecnia o explosivos y el suministro de alcohol o drogas para fines terapéuticos en animales».
- Maltrato animal. «Se incorpora todo hecho o acto de omisión o negligencia que pueda ocasionar el dolor, desprecio o sufrimiento, que ponga en peligro y afecte el bienestar o la vida,
- Salud de los animales tenencia responsable como obligación del propietario o poseedor de un animal; con la obligación de proporcionarle un trato digno; adecuada alimentación; alojamiento; atención de su salud e higiene;
- Manejo de los desechos, de la misma forma se considera la atención para evitar conductas agresivas y la transmisión de enfermedades;
- Llevar a cabo los trámites administrativos de registro e identificación correspondiente.
Si bien la correcta redacción y nomenclatura es parte de una buena legislación; esta sólo es un marco de los sucesos y problemas que abordan. Una ley por sí misma no castiga a la gente que incurre contra los principios suscritos en ella; queda en una labor conjunta de sociedad y Estado poder sancionar a los responsables y proteger a las víctimas.
Esto incluye a los animales (y prácticamente cualquier forma de vida que conforma el ecosistema en que vivimos).
Sobre el activismo animalista en Puebla
Puebla no se ha quedado atrás en materia pro-animalista. Varios sectores de la población han desarrollado una sensibilidad mayor por los animales; lo que los ha llevado a agruparse y generar acciones para visibilizar y extender los derechos de los animales.
Existe una noción de que los animalistas únicamente se preocupan por el bienestar de perros, gatos y mascotas en general; cuando, si bien es un punto importante de las causas que defienden, no lo son todo.
Puebla Animal Save
The Save Movement es una red global de activistas, la cual comenzó en 2010 en Toronto, Canadá; con unas vigilias en las que se alimentaban y daban de beber agua a cerdos que iban a ser sacrificados en un matadero de la industria ganadera.
«Cuando el sufrimiento de otra criatura te haga sentir dolor… acércate lo más que puedas al que sufre y trata de ayudarlo».
–León Tolstoi– frase motor del Save Movement
A lo largo de los años el movimiento ha crecido, y se ha diversificado en otras ramas: Animal Save es la principal, seguidas de Climate Save, Health Save y Youth Climate Save.
Puebla Animal Save es el capítulo local de este movimiento. En una entrevista con El Ciudadano México, Xóchitl, una de sus representantes nos orientó sobre las acciones que realizan y en qué consisten las causas que buscan defender.
La noción principal de este movimiento animalista es realizar activaciones sociales no violentos, orientadas a difundir la realidad que se vive en la industria ganadera y alrededor del maltrato animal. Así como clarificar que los animales no son objetos y, por tanto, deben contar con derechos y libertades propias.
Para ellos las disrupciones que presentan buscan promover la liberación animal, el veganismo y la erradicación del especismo.
Este último es considerado una forma de discriminación selectiva, en la que sólo unas cuantas especies (comenzando por el ser humano) son privilegiadas con ciertos derechos; mientras que el resto es maltratado y violentado de múltiples maneras.
Entre las actividades concretas de Puebla Animal Save están:
- Vigilias: asistir a zonas de injusticia, ya sean rastros, empresas ganaderas, mataderos; para alimentar, brindar agua y acompañar a los animales que van a ser sacrificados.
- Así como hacer invitaciones las personas encargadas de entregar a los animales, hacia las prácticas del veganismo y/o la cesación de los sacrificios.
- Disrupciones sociales: acciones no violentas en las que se busca despertar la conciencia de la sociedad, para que esta pueda conocer la realidad referente al maltrato animal.
- En estas se pueden incluir:
- Marchas pacíficas.
- Despliegue de información, a través de banners o carteles que concienticen sobre las temáticas de crueldad animal que existen alrededor del mundo.
- Compartir comida vegana en la búsqueda de extender invitaciones hacia otros estilos de alimentación.
- En estas se pueden incluir:
- Alianzas con otras organizaciones.
- Apoyo a santuarios.
- Acercamiento de otras causas afines.
- Difusión a proyectos artísticos, culturales o sociales que busquen develar estas problemáticas.
Movimiento Animalista de Puebla
Arturo Reyes, arquitecto, documentalista y ambientalista embajador de la Agenda 2030 de la ONE, es parte del Movimiento Animalista de Puebla; en una entrevista con El Ciudadano México nos contó respecto a las acciones del colectivo.
Liderada por Leticia Gallardo de Tovar, reconocida activista en pro del bienestar animal en Puebla; el Movimiento Animalista es una institución híbrida de vinculación institucional, desarrollo sostenible y políticas públicas que busca establecer derechos animales, así como los compromisos y responsabilidades que las autoridades y la sociedad civil tienen para con los animales.
Entre su agenda está proteger a los animales, en su totalidad; así como vigilar el cumplimiento de las leyes que los amparan y frenar actividades que pongan en riesgo su bienestar, como la tauromaquia, las malas prácticas ganaderas y el abandono de animales domésticos.
Entre sus acciones permanentes están:
- Reunión Miembros MAP para revisión de avances en materia de Bienestar Animal, capacitación y mejora interna.
- Seguimiento a casos de maltrato animal.
- Formación de Bancada Animalista en Puebla.
- Mesas de trabajo MAP-Ayuntamiento de San Martín Texmelucan, entre otros municipios.
- Promoción de la prohibición de tradiciones crueles que propician daño a los animales y a la sociedad como la descabezada de aves, tauromaquia y pelea de gallos.
- Trabajo en conjunto con el Consejo de Participación Ciudadana de Bienestar Animal del Municipio de Puebla.
Durante esta Jornada Electoral del pasado 6 de junio se dieron a la tarea de que varios candidatos firmaran una Agenda Animalista que contempla los siguientes puntos:
- Vigilar y promover actualizaciones vanguardistas, así como el cumplimiento de la Ley de Bienestar Animal del Estado de Puebla.
- Promover una iniciativa de reforma con el fin de otorgar las facultades necesarias al Instituto de Bienestar Animal enunciadas en el artículo 8 de la Ley de Bienestar Animal del Estado de Puebla.
- Vigilar y promover actualizaciones vanguardistas, así como el cumplimiento de la Ley Ganadera para el Estado de Puebla.
- Coadyuvar a través de mis facultades constitucionales en el establecimiento de campañas masivas y permanentes de esterilización de perros y gatos como principal medida para el control de la sobrepoblación de fauna urbana.
- Coadyuvar a través de mis facultades constitucionales en el funcionamiento de la Unidad Especializada en Delitos en Contra de los Animales de la Fiscalía General del Estado.
- Trabajar en conjunto con las Organizaciones de la Sociedad Civil en propuestas de políticas públicas que propicien el bienestar animal.
- Crear desde mis facultades constitucionales las bases para el establecimiento de Centros de Atención Animal en cada uno de los municipios del estado de Puebla.
- Impulsar una cultura de respeto y trato digno hacia los animales.
El Movimiento Animalista busca atraer el foco de atención de las autoridades gubernamentales hacia las acciones pro-animalistas. Una postura imperativa que requiere de proyectos conjuntos.
¿Qué postura tienen respecto al uso de animales en marchas, protestas, plantones o actos análogos?
De acuerdo a la Ley de Bienestar Animal del estado de Puebla; el artículo 3, fracción XVI dice que: «la utilización de animales en protestas, marchas, plantones o en cualquier otro acto análogo, salvo que se trate de los utilizados por los cuerpos de seguridad pública».
A ambos representantes de los colectivos les preguntamos respecto a qué posturas tienen sobre el uso de animales durante marchas, protestas, plantones y/o actos similares. Estas fueron sus respuestas:
Puebla Animal Save considera que los espacios de protesta y marchas «no son lugares adecuados para los animales, puesto que pueden resultar estresantes para ellos». También consideran que la responsabilidad que adquirimos como compañeres/tutores de los animales abarca también el evitar situaciones que puedan incomodarles y/o causarles malestar.
Por su parte el Movimiento Animalista de Puebla considera que el uso de animales como parte del proselitismo político no es nada nuevo y tampoco sorprende; su representante considera que sería un tema de debate que necesita abordarse como parte de las tipificaciones y regulaciones que aún están pendientes.
¿Qué opinan sobre el interés del gobierno para rescatar a los perritos del Socavón de Juan C. Bonilla?
Arturo del Movimiento Animalista expresa un sentimiento agridulce, ya que, si bien considera que se trató de una acción loable, al final son sólo dos perritos, ¿qué sucede con el resto? De acuerdo a él el rescate fue posible gracias a la organización y de las redes de la sociedad civil; ellos fueron los que atrajeron el foco de atención a la situación. Incluso los propios miembros de la ciudadanía buscaron ser parte del rescate.
Para Xóchitl, de Puebla Animal Save, es una situación lamentable que requiere que los políticos dejen de utilizar estos sucesos como puntos a favor de su popularidad; al final para este movimiento los animales no deberían ser vistos como objeto de ningún tipo.
¿Qué haría falta en Puebla para una protección animal real?
La respuesta es compleja; existen muchas carencias que impiden que esta protección sea correctamente efectuada. Comenzando por el hecho de que las leyes que la contemplan son sólo baby-steps y que sólo regulan ciertos aspectos entre los perpetuadores.
Lo que haría falta sería una educación integral que contemple una cultura que promueva una relación sana y sustentable entre el ser humano, su medio ambiente y la fauna que cohabita con él.
Tal como lo abordaban los científicos en aquella reunión de 2012 en Cambridge; que el conocimiento exista no lo hace parte del colectivo. Es una labor exhaustiva que requiere también de una participación ciudadana activa, algo poco común entre la población mexicana, caracterizada por su apatía y egoísmo.
Igual es comprensible que un país en vías de desarrollo como México, las preocupaciones ante la urgente situación de maltrato animal se posicionen como últimas en la lista de necesidades.
A pesar de figurar como el tercer país en maltrato animal a nivel mundial y como número uno en América Latina (INEGI 2020), México en general está años luz de crear una conciencia real ante esta problemática.
Sin embargo, los esfuerzos de activistas como Puebla Animal Save y el Movimiento Animalista de Puebla, contribuyen fuertemente a que esta realidad esté cada vez más cerca.
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