Alejandra Pizarnik fue una poetisa argentina que destacó por su obra expresiva de rebeldía y autoaniquilamiento. Nació en Buenos Aires el 29 de abril de 1936 en el seno de una familia de inmigrantes de Europa Oriental. Al instalarse en Argentina, su familia perdió su apellido original, Pozharnik.
Piña y Venti, en su libro “Alejandra Pizarnik. Biografía de un mito”, describen a la poetisa como una mujer muy inteligente y con gran sentido del humor. Estuvo marcada por una tartamudez en el habla, el asma y el acné. Además, su sensación de pesar unos kilos de más hicieron que desde la adolescencia se sometiera a dietas milagro basadas en anfetaminas.
Su primera novela “La tierra más ajena” salió a la luz en 1955. Pizarnik siempre renegó de ella por considerarla “demasiado torpe”, incluso nunca la mencionó en el futuro cuando citaba el resto de sus obras. Más tarde, entre 1960 y 1964, emprendió un viaje a París que marcó el resto de su vida. Allí entabló amistad con Julio Cortázar, Rosa Chacel y Octavio Paz. Este último le consiguió un puesto en la revista “Cuadernos”.
“Alejandra podía irradiar, hasta un nivel inigualable, una atmósfera mágica, donde las disonancias y esa especie de despiste general que la caracterizaban adquirían una comicidad maravillosa”, narran las biógrafas sobre la poetisa.
Pizarnik siempre sintió una devoción particular por las palabras y la literatura. “Los libros serán mis únicos hijos, los únicos que deseo”, escribió en una ocasión. Fue precisamente en París donde vivió un breve y trágico romance con el poeta colombiano Jorge Gaitán Durán, que falleció luego en un accidente de avión. Desde entonces, Alejandra Pizarnik mantuvo relaciones tormentosas sin final feliz.
Fue autora de libros de poemas como “Los trabajadores y las noches”, “Extracción de la piedra de locura”, “El infierno musical”, entre otros. La critica menciona que la fusión entre vida y poesía de Alejandra Pizarnik alentó las crisis depresivas y los problemas de ansiedad que poseía. Ana Calabrese, amiga de la poetisa, consideró al mundo literario de la época en parte responsable de la muerte de Alejandra.
El 25 de septiembre de 1972, a los 36 años de edad, Alejandra Pizarnik se quitó la vida al ingerir pastillas de Seconal. Lo hizo durante un fin de semana en el cual salió con permiso del hospital psiquiátrico de Buenos Aires, donde se encontraba internada como consecuencia de su cuadro depresivo y luego de dos intentos de suicidio.
Foto: Agencias
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