El niño que lloró con el choque del tapatío en la primera sesión de pruebas pudo cumplir un sueño. Red Bull lo invitó a visitar su paddock y convivió con el equipo de la escudería.
Cargó neumáticos, probó los controles del equipo, vio de cerca el casco del piloto tapatío y vivió de cerca la adrenalina de la escudería austríaca.
Sin embargo, el momento más esperado por parte del niño fue conocer a su ídolo, Checo Pérez. Algo que finalmente pudo lograr. De esta forma, el “Ministro de Defensa” cumplió el sueño de un niño que pasó un trago amargo debido a su choque más temprano.
A través de sus redes sociales, Christian Horner, CEO de Red Bull, compartió algunas imágenes en las que el equipo de la escudería austríaca convive con el niño del GP de Hungría.
“Él nos ha dado fortaleza“, publicó el piloto jalisciense en sus redes sociales, agradeciendo la pasión de este joven fan. El propio Helmut Marko reconoció que fue un viernes duro para todo el equipo, “pero es genial volver a ver una sonrisa en los rostros de los jóvenes fans”.