Tras reelección de Donald Trump, se disparan en EE.UU. citas para procedimientos anticonceptivos

Las vasectomías se incrementaron 1, 200%, y la colocación de dispositivos intrauterinos aumentó 760%.

Daniel Carpinteyro

19/11/2024 2:20pm

ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA, NOVIEMBRE DE 2024. Una fiebre de la anticoncepción que comenzó a propagarse Estados Unidos apenas unas horas después de la confirmación de la victoria electoral de Donald Trump sigue en aumento y no da visos de apagarse.

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De acuerdo a la organización civil proveedora de servicios de control reproductivo, Planned Parenthood, a partir del 5 de noviembre las vasectomías se incrementaron 1, 200%, los implantes hormonales anticonceptivos aumentaron 350%, mientras que la colocación de dispositivos intrauterinos vio un incremento de 760% .

La pastilla del día siguiente a la reelección de Trump. ¿Qué hay de fondo?

Mientras tanto, según reporta CBS News, la compañía farmacéutica Winx Health vio entre el 5 y el 7 de noviembre un incremento de 966% en venta de pastilla ‘del día siguiente’ Restart, que no requiere receta médica, y que se encuentra por el momento disponible en los 50 estados de la Unión Americana. Por el momento.

Los motivos por los que las y los estadounidenses que no quieren continuar reproduciéndose, o bien se niegan a reproducirse, pero desean continuar con una vida sexual activa, se encuentran en los antecedentes del trumpismo a nivel federal y estatal en cuanto a los derechos reproductivos de la ciudadanía, contra los que han arremetido sin miramientos.

Ejemplo de ello es la anulación en 2021 de la jurisprudencia sentada por el caso Roe v. Wade, perpetrada por magistrados conservadores de la Suprema Corte, que eliminó la protección jurídica federal que las estadounidenses habían gozado por 50 años. A partir de entonces, diversos estados de la Unión Americana implementaron estrictas leyes que criminalizan a las mujeres que buscan interrumpir sus embarazos, tanto como a las y los profesionistas de la salud que las auxilien.

Al parecer, las personas que habitan en la Unión Americana desean sacar el máximo provecho de los pocos meses que les quedan de jurisdicción sobre sus propios cuerpos, antes de que el aparato burocrático a las órdenes de Donald Trump -y ahora de J.D. Vance, furibundo pronatalista- se las arrebate entre una cascada de decretos.