Una rítmica compuesta por decenas de silbatos invadió esta tarde el Santuario de Nuestra Señora de Los Remedios, ubicado en la Gran Pirámide de Cholula, de manera simbólica para recordar una vez más a la abogada Cecilia Monzón Pérez, a nueve días de su asesinato.
A las 17:00 horas de este jueves las campanas de la iglesia de Cholula repicaron, pero no para llamar a una misa habitual, sino para realizar una celebración eucarística con motivo de la levantada de cruz en memoria de la también activista poblana.
La altura del lugar, el aire frío y la lluvia que amenazaba caer, no fueron un impedimento para los asistentes y acompañantes, quienes aún esperan con rabia y dolor las respuestas de las autoridades que se encargan de esclarecer este caso, hasta ahora impune.
Al recinto católico llegó la hermana de Ceci, Helena, la madre, así como familiares y amigos cercanos para escuchar las palabras del padre, quien pidieron por el eterno descanso de la abogada: “que el alma de Cecilia Monzón descanse en paz”, concluyó.
Al término de la misa, los familiares se acercaron al sacerdote para ser bendecidos junto con una pequeña cruz de metal que sostenía en sus manos la madre; inmediatamente, un abrazo de parte de la familia, enfrente de los asistentes significó el término de este evento.
Sin dar opiniones, la familia salió inmediatamente, resguardados de sus acompañantes. Mientras que el resto de las personas hicieron sonar silbatos de manera simbólica para recordar a Ceci, mientras bajaban la pirámide de Cholula.
Ceci era sinónimo de “generosidad”
Una de las asistentes fue Ana Laura, miembro del colectivo 33 mujeres, quien manifestó que el hueco que deja Cecilia Monzón Pérez es un espacio que nadie va a llenar.
Para ella, la palabra que definió a Ceci fue: la generosidad, ya que siempre estaba presente para sus amigos y para su familia en los momentos más complicados, ya sea económicos o personales.
“Era una mujer que si sabía que tenías un problema y está ahí, así fuera económico o emocional, te hablaba por teléfono te decía: levántate, todas nos levantamos, tú puedes. Y siempre estaba ahí empujándonos”
Luisa, compañera también del colectivo, recordó lo aguerrida que era Cecilia y lo tanto que luchaba para defender sus ideales y sus derechos al precio que sea.
“Siempre fue muy aguerrida, muy clara con lo que pensaba, nunca se dejaba (…) era una mujer con la que se podía contar siempre, ella siempre iba a estar presente”
Como lo marca la tradición católica, los familiares se dirigieron esta noche al lugar donde Ceci fue sepultada para llevarle la cruz y sus arreglos florales que con mucho amor sus familiares le comparten.
Foto: Agencia Enfoque