Representan 500 actores «El Eterno Redentor» en la Romero Vargas

A más de 12 mil 400 kilómetros de Jerusalén, lugar en el que Jesucristo terminó muriendo en la cruz, se celebra una emblemática representación de aquellos últimos días de predicación del llamado hijo de dios en la tierra.

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«El Eterno Redentor» es la obra que cada Viernes Santo se presenta desde la junta auxiliar Ignacio Romero Vargas, que prácticamente se ha convertido en parte de la identidad de la Semana Mayor en la ciudad de Puebla.

Desde 1960, el cuadro artístico San Pablo de Tarzo es el que se encarga de esta escenificación, que originalmente fue escrita por el doctor Jorge Morales Flores durante su adolescencia con la finalidad de relatar la muerte de Jesús en 27 escenas logradas a través de 500 actores.

El maquillaje, los vestuarios, la utilería, la producción y el escenario fueron cuidados hasta el último detalle para presentar un trabajo de calidad, a pesar de que ningún actor profesional forma parte de la obra que este 7 de abril se presentó en Campos de la Cohetería, sin embargo, su presencia está justificada y motivada por tradición, sueños y promesas, así como el espíritu de comunidad.

El ejemplo más claro de esto es Miguel Ángel de la Rosa, quien tras 33 años participando en diferentes papeles, finalmente recibió la oportunidad de personificar a Jesús, actuación que dedicó a su madre fallecida.

«Es algo muy hermoso, algo muy bonito. Nunca desconfiaron de mí, es una gran emoción, pues después de 33 años me toca el papel principal. La interpretación de este día se la dedico a mi madre, que está en el cielo»

Miguel Ángel de la Rosa

Fe y comunidad

Precisamente el espíritu de comunidad, combinado con la fe, es lo que también llevó a cientos de católicos a reunirse desde las 10:00 horas a apartar lugares en medio del intenso calor para presenciar por otro año el bautismo y muerte de Jesucristo.

En esta ocasión, hubo quienes comentaron que la obra desde el año pasado ya no reúne el mismo aforo que antes, no obstante, aquellos que acudieron tuvieron puesta su atención en las escenas más representativas, como el castigo y azote de esclavos por parte de soldados romanos, que posteriormente se convirtió en un desfile de espaldas heridas y ensangrentadas tras escenarios, ya que los golpes son reales.

También destacaron otras escenas, como el degüelle de Juan Bautista, la entrada de Jesús a Jerusalén, el bautismo de Jesucristo en el Río Jordán, sus primeros milagros y las predicaciones de tres años por la capital de Israel.

Mientras las primeras escenas de esta representación se llevaban a cabo cerca del Deportivo Romero Vargas, vecinos de la zona ya comenzaban a sacar sillas y bancos a la calle para ser testigos del paso de Jesucristo en su camino hacia el cerro de Cristo Rey.

El viacrucis, que para muchos es el momento más sublime de toda la representación, tuvo inicio tras la sentencia de muerte por parte de Poncio Pilatos. A partir de ese momento vimos a Jesús emprender un camino de tres kilómetros al tiempo que sostenía una cruz de madera de casi 100 kilos y era azotado a latigazos.

La culminación de más de ocho horas de actuación es un momento en el que las emociones de todos los involucrados están vertidas para lograr crear un momento que impacte a los espectadores. En este caso, la crucifixión y muerte de Jesús es lo que todos han venido a ver, y lo que realmente se llevan de esto.

San Pablo de Tarzo contó con el apoyo del gobierno del estado para esta escenificación, pues les entregaron 10 mil pesos para atender asuntos de producción, mientras que la presidencia de la junta auxiliar les dio otros 10 mil pesos.

Aunque la inversión más importante vino de quienes participaron en la obra, de aquellos que pagaron con sus propios recursos todos los gastos de sus vestuarios y se dedicaron a ensayar desde enero de este año.

Fotos: Agencia Enfoque

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