Réquiem por un oficial mayor de la SEP: la extraña muerte de Óscar Chapa Palomeque

El 3 de mayo, Óscar Chapa Palomeque, exoficial mayor de la SEP, residente del penal de San Miguel, perdió la vida en el Hospital del Sur.

La información en torno a las circunstancias de su muerte es encontrada; algunos medios -vamos a decirlo así, los medios alineados con la autoridad estatal, o medios beneficiados por las irregularidades del interinato pachequista- se limitaron a reportar la versión oficial, que apuntaba a un infarto. Otras versiones señalaban que había estado hospitalizado semanas antes, víctima del Covid-19.

Sin embargo, varios medios reportaron que ingresó al Hospital del Sur con diversos traumatismos (policontundido, en argot médico) propios de una sesión de golpes al estilo San Miguel.

El periodista Rodolfo Ruiz, en su columna «La Corte de los Milagros», incluso ha hecho público que la familia del hoy occiso pidió la realización de una autopsia por un perito privado, solicitud que el gobierno del estado denegó.

La vía corta a San Miguel

Chapa Palomeque fue oficial mayor de la SEP durante la administración interina de Guillermo Pacheco Pulido. Entre sus obligaciones destacaba gestionar las compras que realizaba la Secretaría, incluyendo uniformes, que encargó, según algunas fuentes, a la Canaive (Cámara Nacional de la Industria del Vestido), o según otras a la Asociación de Empresarios Poblanos de la Industria del Vestido.

El 13 de agosto de 2019, el funcionario pagó un sobrecosto de 30 millones 294 mil 676 pesos por un millón 41 mil 664 paquetes de uniformes escolares para el ciclo escolar  2019-2020, a precio unitario de $213.00 por paquete.

 A pesar del muy poco competitivo costo, los uniformes presentaron graves defectos de calidad e inconsistencias en las tallas. Por lo mismo, en diciembre de 2019, el Secretario de Educación Pública del gabinete barbosista, Melitón Lozano, anunció la interposición de denuncias ante la Fiscalía General del Estado por los delitos de abuso de autoridad y uso ilícito de facultades.

El 1 de julio del 2020, el funcionario fue detenido y sujeto a proceso. Ya no recobró la libertad en los diez meses que la vida le reservaba a partir de ese momento. Presentó dos amparos (472/2020 y 473/2020) para seguir en libertad, pero ninguno surtió efecto.

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No es frecuente en este país que se desestime el amparo promovido por un servidor público.

Una mente retorcida podría especular que una voluntad superior querría mantener encerrado al exoficial Palomeque.

Las lágrimas por la muerte de Chapa Palomeque

¿Quién habrá llorado la muerte de Chapa Palomeque, además de su círculo familiar?

¿La habrá llorado Héctor Manuel Ortíz Tavares, representante legal de la empresa que manufacturó aquellos uniformes inservibles?

¿La habrá llorado Miguel Robles Bárcena, secretario de Educación Pública del gobierno interino?

¿La habrá llorado Jorge Estefan Chidiac, secretario de Finanzas y Administración de Pacheco Pulido?

¿La habrá llorado el mismo gobernador interino Pacheco Pulido, al que se han atribuido irregularidades por 318 millones 546 mil pesos? (Léase El Interinato, el negocio  perfecto: las licitaciones de Pacheco Pulido, por Itzel Jiménez Ríos).

¿La habrá llorado el interno o internos que dejaron policontundido a Chapa Palomeque, ya fuera por por algún roce espontáneo en el patio o por una calentadita para que desembolsara el pago del piso?

¿O habrá alguna voluntad superior detrás de esa mortal golpiza?

¿Acaso una voluntad superior con las glándulas lacrimales intactas?

Lo cierto es que los muertos corren muy rápido y los muertos en épocas electorales se desvanecen más rápido de lo que una lágrima tarda en diluirse entre la lluvia.