De acuerdo a la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor, el fentanilo de uso médico empezó a escasear para tratar a pacientes que sufren de dolor crónico.
Médicos especialistas indicaron que el desabasto de analgésicos opioides es un problema que enfrentan las instituciones desde hace mucho tiempo, pero se ha agudizado desde hace seis meses.
Aproximadamente, en la mitad de entidades mexicanas no hay fentanilo en parche o vía oral para el manejo de dolor crónico, similarmente, casi en un 40% de los estados no hay morfina.
El coordinador nacional de la Asociación, Ignacio Reyes, advirtió que hay escasez de fentanilo que se emplea en cirugías
“Se escasea con periodicidad el fentanilo inyectable; el que se utiliza para quirófano; sobre todo en el sector público y sobre todo en la Secretaría de Salud“
Por lo anterior, médicos han tenido que cambiar la receta de los pacientes, cuando antes prescribían opioides.
“Nueve de cada 10 encuestados respondieron esto, entonces realmente tenemos un problema muy importante, tenemos un desabasto no de todas las sales, pero sí de los medicamentos más comunes, como la morfina, que es la piedra angular para el tratamiento del dolor por cáncer
(…)
Tenemos desabasto de oxicodona, de hidromorfona, de fentanilo de la presentación de parches y tabletas sublinguales que se utilizan para el dolor severo”
De acuerdo con el especialista, hasta la fecha no existe una postura de las autoridades sanitarias sobre este desabasto de opioides.
“Hemos preguntado a los representantes médicos o gerentes de las empresas que elaboran los medicamentos y nos dicen: ‘Doctor ya metí los permisos pero no hemos tenido respuesta para la liberación del medicamento’ o ‘El medicamento yo no lo hago en México, lo importo 100 por ciento y está parado en la aduana’“.
Reyes refiere que el desabasto empezó a agudizarse desde hace cinco meses y se ha originado un efecto dominó, es decir, si no hay el medicamento número uno, se emplea el fármaco número dos, y cuando este se acaba se usa el número tres y así sucesivamente.
“Se pueden intercambiar, el punto es que si se intercambian no porque el paciente lo requiera, sino porque no hay disponibles en el país se empiezan a acumular las necesidades y empieza a haber un desabasto progresivo de los medicamentos, porque cada vez más pacientes van requiriendo la sal disponible”
Con información de Reforma
Foto: Archivo El Ciudadano
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