Kara Castillo
El domingo 7 de marzo, previo al Día Internacional de las Mujeres, decenas de mujeres y sus hijas realizaron un plantón pacífico fuera del edificio de la SEP en la que se pronunciaron por las barreras didácticas y la limitación de los derechos humanos de identidad y diversidad, una de las demandas que plasmaron en un pronunciamiento que fue rechazado por los funcionarios que les hicieron saber “que esas no eran las formas de entregar ningún documento a la institución”.
Desde que las mujeres se apostaron en las puertas de la SEP vigilantes cuestionaron quién había dado permiso para instalarse y les exigieron un documento o acreditación para permitirles su estancia, pese a que la vía es pública.
Las mujeres explicaron que la protesta era un ejercicio del derecho a la libre expresión, pero como respuesta fueron fotografiadas ellas y sus niñas sin autorización de las madres.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer esta protesta fue parte de las manifestaciones realizadas en periferias que parecen no tener relevancia, pero que tiene toda la legitimidad en un día que visibiliza la deuda histórica de un sistema hetero-patriarcal con las mujeres, dijeron a este medio las manifestantes.
En el pronunciamiento, el colectivo señala que la educación pública es un espacio formal donde se limitan los derechos humanos como respeto a la identidad y a la diversidad, se enseña a las niñas y niños desde las prácticas a limitar la creatividad, libertad, comunidad y crítica.
“Las madres lesbianas, bisexuales y las familias diversas existimos, familias que no nos apegamos a las estructuras impuestas por un sistema hetero-patriarcal capitalista donde el poder adquisitivo, la heterosexualidad y sus estándares de belleza entre otros son los parámetros de aceptación y reconocimiento en aulas y patios de juego en estas instituciones”.
Colectiva Madres y Crías Feministas en Puebla y Tlaxcala
“En este día internacional de las mujeres siguen quedando pendientes muchos temas relacionados a la niñez, adolescencia y maternidad por nombrar algunos, las exigencias sociales en esferas como la escuela y familia donde se pretende unificar unas sola manera de ser madre, la heterosexual, sumisa, abnegada y entregada a sus crías”.
“En la organización social de madres, padres y tutores dentro de los espacios escolares y en grupos de redes sociales son prohibidos y limitados los puntos de vista generando una comunicación jerárquica por parte de quienes dirigen las escuelas, esto impide la construcción del tejido social, tolerancia y colectividad-comunidad”.
“Muchas madres no cuentan con estudios académicos y por esto son cuestionadas por autoridades escolares, negándoles y minimizando sus opiniones respecto a la educación de sus crías, nosotras creemos que el conocimiento no se adquiere sólo de manera formal ni desde la academia, exigimos el reconocimiento y respeto a los conocimientos empíricos que todas las personas y las madres poseemos”, aduce parte del documento.
El pronunciamiento cuestiona los roles y estereotipos de género impuestos a niñas y niños en la educación formal así como la discriminación por no cumplir con los estándares del sistema patriarcal neoliberal.
“Rechazamos las posturas, prácticas y discursos religiosos dentro de los salones de clase que impiden el acceso a un conocimiento laico y libre de prejuicios que oprimen y violan los derechos de las niñas, niños y adolescentes”.
En el posicionamiento a favor de la libertad y el respeto a la diversidad, exigieron cátedras humanizadas que tomen en cuenta, reconozcan y prioricen el bienestar de los niños y niñas, los conocimientos empíricos, las emociones y experiencias de los pequeños.
“La Educación formal es parte del sistema patriarcal, androcéntrico, misógino y violento, contra dicho sistema es nuestra resistencia, las madres feministas existimos y todos los días luchamos por ‘arrebatarle las crias’ a un sistema cuyos objetivos son violentos, destructivos y utilitarios, no nos rendiremos y estamos haciendo resistencia, queremos una munda libre de violencia y de estructuras de opresión contra niñas, niños, naturaleza, adolescentes, mujeres, madres, personas con discapacidad, personas disidentes del sistema heterosexual, personas de la tercera edad que no somos funcionales en la producción de dinero”.