En un discurso contundente durante la conmemoración del 108 aniversario de la Constitución Mexicana, la presidenta Claudia Sheinbaum ratificó el compromiso de su gobierno con la soberanía nacional, el antiimperialismo y la justicia social, rechazando categóricamente cualquier forma de injerencia extranjera, racismo o clasismo.
“Somos una nación libre, independiente y soberana. No somos colonia de nadie ni protectorado de nadie”, declaró Sheinbaum ante miles de asistentes, en un llamado a defender la dignidad del pueblo frente a amenazas externas, en clara alusión a las tensiones geopolíticas con Estados Unidos tras la toma de posesión de Donald Trump.
La mandataria subrayó que su administración priorizará la cooperación internacional sin subordinación: “Colaboración sí, sometimiento no. Nada de injerencismo ni intervencionismo”, afirmó, mientras destacó la importancia de honrar el legado histórico de la Constitución de 1917, documento fundacional que consagró derechos sociales como la educación pública y la reforma agraria.
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Defensa popular ante el intervencionismo
En un contexto regional marcado por políticas migratorias agresivas y presiones económicas desde Washington, Sheinbaum enfatizó que “el pueblo mexicano sabe luchar para defender sus derechos y su patria”. Criticó las prácticas discriminatorias y llamó a fortalecer la unidad nacional, afirmando: “En estos tiempos de prueba, estamos cerca del pueblo para garantizar democracia, libertades y un futuro digno”. Además, la presidenta condenó el racismo y el clasismo, clasificándolos como herramientas de opresión heredadas del colonialismo.
Fotografía: Redes
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