¿Sí funciona la Ley de Igualdad entre Mujeres y Hombres en México?

La Ley General de Igualdad entre Mujeres y Hombres entró en vigor en 2006; 15 años más tarde la discriminación por género sigue latente.

¿Sí funciona la Ley de Igualdad entre Mujeres y Hombres en México?

Autor: Alexia Stuebing

El 5 de agosto de 2006 entró en vigor la Ley General de Igualdad entre Mujeres y Hombres en la República Mexicana; cuyo mayor objetivo es: propiciar las condiciones para que mujeres y hombres puedan tener las mismas oportunidades y tratos. 

“Artículo 1. La presente Ley tiene por objeto regular y garantizar la igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres, proponer los lineamientos y mecanismos institucionales que orienten a la Nación hacia el cumplimiento de la igualdad sustantiva en los ámbitos público y privado, promoviendo el empoderamiento de las mujeres y la lucha contra toda discriminación basada en el sexo. Sus disposiciones son de orden público e interés social y de observancia general en todo el Territorio Nacional.” 

LEY GENERAL PARA LA IGUALDAD ENTRE MUJERES Y HOMBRES

Si bien esta legislación cumple con las características deseables e ideales de lo que se debería esperar de la sociedad y el Estado; la realidad es otra. 

México machista 

México es conocido por ser un país constituido de una dualidad que respeta la ley en la teoría, pero que cuenta con leyes propias en lo empírico; en pocas palabras: la “justicia” en México no está basada en lo que se diga “en papel”. 

Por desgracia esto aplica más allá del ámbito criminal, y se esparce tanto en cuestiones sociales, domésticas, laborales, de género. En México el machismo es una realidad latente (y pestilente): vivimos en un país donde las niñas siguen siendo parte de negociaciones familiares; donde si eres mujer tienes más probabilidades de ser violada o discriminada por el simple hecho de ser mujer; donde si eres mujer tienes más dificultades para conseguir empleos dignos o fructíferos.} 

Discriminación y avances en materia de igualdad de género 

Las estadísticas sobran para ejemplificar el día a día de lo que una como mujer debe vivir; pero son necesarias y ayudan a entender la agenda que aún queda pendiente. A continuación, se pueden apreciar algunos datos de suma urgencia que falta por atender: 

  • Mientras un 5.4 por ciento de los hombres encuestados sienten que han sido discriminados por cuestiones género; las mujeres llegan hasta el 29.5 por ciento. Mujeres y la discriminación (Inmujeres, 2019) 
  • “La violencia contra las mujeres es un problema público, en los últimos años, en México, un poco más de 66% de las mujeres han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida, ya sea en el ámbito familiar, escolar, laboral, en el espacio público o con su pareja (ENDIREH, 2016).” Las mujeres y la violencia en tiempos de pandemia (Inmujeres, 2021) 
  • “Los datos muestran que las llamadas de emergencia al 9-1-1 relacionadas con la solicitud de ayuda por violencia contra las mujeres durante el 2020 aumentaron en comparación con las registradas en el año anterior al pasar de 197,693 a 260,067 llamadas, un aumento aproximado de 31.5%” Las mujeres y la violencia en tiempos de pandemia (Inmujeres, 2021) 
  • “[…] por primera vez en la historia, seis mujeres ganaron el puesto a gobernadoras en las entidades federativas de Baja California, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero y Tlaxcala. Es decir que, de las 15 gobernaturas en proceso de elección, el 40% de estas fueron ganadas por mujeres. Si se toman en cuenta todas las entidades federativas cuando entren en funciones las nuevas personas electas, las mujeres solo representarán el 20% de las entidades del país gobernadas, lo que señala que la paridad a lo largo y ancho del territorio nacional está en construcción.” Las mujeres en las elecciones de 2021, las más grandes en la historia de México (Inmujeres, 2021) 
Violencia de género
Foto: eacnur/referencial.

El Estado mexicano aún tiene muchas deudas con su población femenina

Estos son algunos de los ámbitos más notables referente a los pendientes que faltan por atender en materia de igualdad de género; sin mencionar la educación, el acceso a un sistema de salud favorable a sus necesidades, una vivienda digna, autonomía económica, entre muchos otros. 

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, por lo menos en los últimos veinte años los avances comienzan a ser cada vez más notorios y sustanciales. También es reconocible que México se merma de las exigencias feministas y las mexicanas comienzan a descubrir su voz (y vaya que es bella y estruendosa). 

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