El actual gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, se plantó la mañana de este martes 29 de junio afuera de Palacio Nacional, solicitando una audiencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El motivo: llevarle las pruebas que el mandatario le “pidió” luego de que el expresara que el partido Morena y el crimen organizado estuvieron coludidos e intervinieron para ganar las elecciones a la gubernatura a favor de Alfredo Ramírez Bedolla.
Sin embargo, durante la conferencia Mañanera —a donde Aureoles pedía ingresar— el presidente dijo que no lo iba a recibir, y que llevara su denuncia a las instancias correspondientes.
“No lo voy a recibir porque no me corresponde. Es un asunto que tiene que ver con las elecciones y para eso está el INE y el Tribunal Electoral y si se trata de una acusación sobre un ilícito se tiene que acudir a la fiscalía”.
Andrés Manuel López Obrador
Además, el presidente expresó que Aureoles Conejo se apersonó durante una de estas conferencias matutinas para aprovechar a los medios de comunicación y reiteró que ese no era el lugar para llevar sus denuncias.
“No puedo estar recibiendo a personas y autoridades para atender cuestiones electorales o acusaciones de tinte político electoral, no me corresponde eso, hay que cuidar la investidura presidencial, respetar la investidura presidencial”.
Andrés Manuel López Obrador
Por su parte, el gobernador Aureoles, a través de sus redes sociales, señaló que fue a Palacio Nacional y quería entregarle de manera personal las pruebas al presidente argumentando que es información muy delicada.
“Todos sabemos que compartir esta información abiertamente pondría en riesgo la vida de las personas y eso es algo que usted no permitiría en ninguna circunstancia. Sé que el presidente es un humanista y entiende lo que digo”.
Silvano Aureoles
Esta historia comenzó días después de las elecciones, cuando el perredista denunció que el triunfo de Morena en la gubernatura de Michoacán sucedió gracias a que este partido se “vinculó” con el crimen organizado. Días después, el presidente “retó” a Aureoles a presentarle las pruebas de sus dichos.