Como cada periodo electoral, candidatos y candidatas se esfuerzan al máximo por darse a notar y atraer el voto de los electores; sin embargo, en sus esfuerzos por atraer las miradas cruzan esa delgada línea entre una campaña mediática y el ridículo.
Aquí un conteo de los seis mejores —o peores— ridículos que, hasta ahora, nos han dejado las campañas electorales.
El candidato en el ataúd
Carlos Mayorga es candidato a diputado federal por el Distrito federal 2, de Ciudad Juárez, en Chihuahua. Este señor inicio su campaña saliendo de un ataúd en presencia de una persona vestida con el traje protector que usa personal médico Covid-19.
Según él, su espectáculo fue para hacer un llamado a las autoridades a “sensibilizarse y responsabilizarse por el sufrimiento de la gente”.
Mayorga, quien además se describe a sí mismo como un predicador y conferencista cristiano, fue de inmediato criticado por faltarle el respeto a las personas fallecidas a causa de la Covid-19.
Dueto Cienfuegos ft. De Nigris
Francisco Cienfuegos, candidato a la presidencia municipal de Monterrey, Nuevo León, optó por hacer una colaboración con una de las “estrellas” de la música de su estado: Poncho De Nigris.
La canción, una especie de jazz con arreglos de música electrónica de sala de espera, le dio la vuelta al internet y no sólo el candidato o su cantante se ganaron las burlas, sino que todo Monterrey fue evidenciado, pues en redes sociales se aseguró que en efecto esa es música que les gusta a los regios.
“Está con madre ser de Monterrey, ser regio es un privilegio, compadre no se raje que esto ya se puso serio… ¿Votamos o qué? ¿Cienfuegos o qué?”
Carrera hacia el ridículo
Como parte de los promocionales del partido Redes Sociales Progresistas (RSP) existe un spot que más bien parece el pretexto ideal para que el líder nacional de ese partido, Fernando González Sánchez, se subiera a un auto de carreras tipo Fórmula 1 y lo manejara a toda velocidad.
La propaganda es un clip de 33 segundos, en el cual sólo se ve González Sánchez conducir uno de los llamados monoplaza por una pista de carreras, y en pantalla aparecen mensajes como: “el mejor equipo, con los mejores candidatos”.
En el spot, carente de sentido o contexto, llamó la atención y se le señaló de ser el reflejo de los candidatos, quienes aprovechan el dinero de la campañas para grabarse manejando autos de carreras y alejarse de las propuestas.
La cumbia de Attolini
Antonio Attolini, quien se ha caracterizado por ser uno de los más férreos defensores —y hasta porristas— del presidente Andrés Manuel López Obrador, es candidato a diputado federal por el Distrito 5, en Torreón, Coahuila.
Como parte de su campaña, Attolini tiene una cumbia en la que se dice el defensor de la 4t y de López Obrador: “hombre norteño que es por fortuna, obradorista de corazón, el aporte de la Laguna para la cuarta transformación”.
En el video, y sin miedo al ridículo, el candidato aparece bailando con la gente, recorriendo las calles y saludando a toda persona que se cruce el camino.
El candidato más payaso
Su nombre es José Luis Romero, alias El Tecmol, aunque nadie sabe por qué le dicen así. Es candidato a gobernador de San Luis Potosí por Redes Sociales Progresistas y al parecer, fan del famosos grupo Los Wapayasos.
Y es que en un mitin, más bien una reunión de unas 40 personas, utilizó la famosa canción del El Mango, obra maestra de esta agrupación conocida por estar conformada por payasos-cantantes-stripers.
“Se agarra el pollo, se pela el pollo, se tira el pollo, se pisa el pollo… y el Tecmol relajado, relajado, relajado”, canta el candidato mientras de fondo se oyen varias risas, aunque no se sabe si son de diversión o de pena ajena.
El happening poblano
Aunque el ridículo fue más bien un capricho de las circunstancias, en uno de los primeros eventos de los candidatos a diputados federales por la capital poblana, pertenecientes a la alianza Va por Puebla, Mario Riestra, Xitlalic Ceja, Carolina Beauregard y Ana Teresa Aranda, clausuraron de manera simbólica las obras de remodelación del zócalo.
La intención de las candidatas y el candidato era evidenciar que el gobierno municipal destinó recursos para esta obra, criticando que se pudieron enviar a la construcción de hospitales, según dijeron.
Sin embargo, a segundos de que colocaron sus “sellos de clausurado”, personal de limpia del ayuntamiento llegó al lugar y los arrancó, recreando una especie de performance al estilo europeo: el artista coloca su arte, pero las autoridades se lo arrebatan.