Sobrecarga laboral, bajos salarios y escrutinio minucioso: el día a día de los docentes de Seminario de Tesis

Una perspectiva general de la odisea que implica realizar y dirigir una tesis de licenciatura en México, que recoge las voces de académicas y académicos ya curtidos en dicha trinchera.

Sobrecarga laboral, bajos salarios y escrutinio minucioso: el día a día de los docentes de Seminario de Tesis

Autor: Daniel Carpinteyro

CIUDAD DE PUEBLA, 9 DE DICIEMBRE DE 2024. Sea de licenciatura o de posgrado, la realización de una tesis es una empresa compleja, tanto para el tesista, como para sus mentores. Se trata del primer o segundo proyecto de largo aliento de escritura académica (o, más frecuentemente, el único) que acometerá el estudiante.  

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Requiere de una planificación, investigación, recopilación e interpretación de datos según metodologías específicas que, de no ser observadas, pueden conducir cientos de horas de investigación a un callejón sin salida.

Algunas asesoras y asesores designados por la institución brindarán -o no brindarán, caso que es frecuente- orientación al tesista, a quien le asignarán fechas de entrega para los avances que deberá cumplir durante la misma temporada que cubre su servicio social.  A estas alturas de su vida, es frecuente que Tesista ya disponga de un trabajo, cuyos ingresos debe dividir entre el ahorro para la titulación, las colegiaturas de la universidad y los gastos diarios de transporte y ‘tentempiés’, que la familia ya le exige absorber.

 Pocas suelen ser, ante tal panorama, las horas y las energías que le restan para sumergirse en recopilar ‘estados del arte’, valorar modelos metodológicos, crear carpetas con gigas de cuestionarios, fotografías, audios  y videos que deberá más adelante sistematizar en vistosos pasteles estadísticos, diagramas de estrategia y transformación u hojas de cálculo Excel con regresiones lineales simples para proyectar en la pantalla del aula magna, frente a los circunspectos sinodales, aquella mañana crítica en la que un tribunal con ecos escolásticos le dará su beneplácito o le hará pasar un trago casi tan amargo como el último de Sócrates.

«Tu futuro depende de ese trabajito que no te cuesta más que unas cuántas horas redactar», le repite el coro de adultos que le rodea. Lo que parecía un camino casi recto es ahora un laberinto. El tiempo sigue corriendo y las caras de los familiares ya comienzan a alargarse.

COMO LO VIVE EL DOCENTE

Ser docente de seminario tesis resulta no solamente un reto que exige un sólido perfil como investigador, sino, muchas veces, estar dispuesto a asumir una cátedra que implica mucho más trabajo que el resto de las cátedras, pero por el mismo salario.

Además, el trabajo final de dicha materia adquirirá un nivel de visibilidad considerablemente superior a los trabajos finales de las demás materias. En un caso desfavorable, puede enfrentar el fallo negativo de dos sinodales que impidan al alumno titularse mediante la presentación de dicho documento. Ante los ojos del resto del magisterio y de la comunidad académica en general, este incidente será una mácula en la credibilidad académica del titular del seminario de tesis y del asesor de contenido.

En casos aún más graves, si la tesis contiene elementos apócrifos, tales como fragmentos plagiados o resultados cuantitativos ‘cuchareados’, y ninguno de los sinodales se da cuenta, el alumno se graduará, tal vez realizará algún posgrado y, si logra equiparse de una combinación de ‘soft skills’ y olfato para establecer los vínculos personales que le puedan abrir puertas, es posible que llegue muy lejos; por ejemplo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el decanato de la Universidad de Yale o la presidencia de la República Mexicana entre 2012 y 2018.

Y como entre mayor es el perfil, mayor es el interés de los adversarios en la biografía de aquel perfil, alguien terminará revisando aquellas tesis con lupa en búsqueda de improbidades académicas, y de encontrarlas preparará un artículo que archivará hasta un momento de coyuntura, cuando el precio de aquella exégesis forense alcanzará su pico de cotización, y para el que nunca faltará un postor que lo lance por los múltiples canales de un conglomerado. Una tesis es una Espada de Damocles que nunca deja de oscilar sobre las cabezas de los implicados.

Y como, visto así, asumir la titularidad de un Seminario de Tesis se antoja como un lance de alto riesgo, en el Ciudadano México nos dimos a la tarea de entrevistar en septiembre del presente año a tres docentes universitarios que imparten la materia. Esto fue lo que nos compartieron.

LOS TESTIMONIOS

Uno de nuestros entrevistados es el Maestro Hugo López Coronel, Licenciado en Linguística y Literatura Hispánica y Maestro en Educación, quien imparte Seminario de Tesis en modalidad semiescolarizada en la modalidad a distancia que la BUAP ofrece para la Licenciatura en Comunicación. Además, revisa tesis en formato «plan de negocios» para perfiles de egreso en Gastronomía y Profesional Asociado en Panadería en el Instituto Suizo (ISU), que es una universidad privada.

También colaboró con el presente artículo la Dra.  Nadiea Anel Juárez Titla, quien es licenciada en Ciencias Políticas y es posgraduada en Sociología. Ella tiene 11 años de experiencia impartiendo «Seminario de tesis en licenciatura y posgrados, metodología de la investigación, materias diversas referentes a sistemas políticos en la Universidad del Valle de Puebla (UVP), Universidad de Oriente y Universidad Mesoamericana, todas ellas universidades privadas.

Nuestra tercera informante, quien nos solicitó mantener su nombre en el anonimato, es una docente con más de 20 años de experiencia en docencia a nivel bachillerato, licenciatura y maestría.  Es licenciada en Diseño Publicitario, Maestra en Mercadotecnia y Maestra en Educación. Entre las licenciaturas para las que ha impartido Seminario de Tesis se encuentran Diseño, Arquitectura, Turismo, Negocios Internacionales, Comercio y Educación, entre otras.

¿TESIS O NO TESIS? ESA ES LA CUESTIÓN

Según los datos recabados, son muy pocas las universidades poblanas que toman la previsión  de preparar algún paquete de apoyo para la persona que capitanee aquel galeón de investigaciones académicas a través de intrincados archipiélagos, maremotos y chubascos.

 Buena parte de las universidades privadas no entregan al docente otra cosa que un ‘temario’ o ‘guía  de estudio bastante básico, que a veces consiste en la simple transcripción del índice de algún libro sobre cómo realizar investigación documental.

Sobre los antecedentes del Seminario de Tesis en las rutas académicas que siguen las licenciaturas, nuestras tres personas entrevistadas coincidieron en que son antecedidas por materias como Talleres de Investigación Cualitativa o Introducción a la Investigación.

 «En teoría ellos (los estudiantes) saben la estructura metodológica porque previamente ya habían cursado Metodología de la Investigación en preparatoria o bachillerato. E incluso los primeros semestres de la carrera»,.

 Sin embargo, dos de las tres respuestas convergen en al inicio del Seminario de Tesis, los alumnos suelen arrancar sus investigaciones ‘desde la primera piedra’. Casi nunca se presentan a la primera clase del Seminario con algún avance generado durante los cursos anteriores.

«En licenciatura siempre he arrancado desde cero y construimos el proyecto en aproximadamente 6 meses que es un tiempo récord»,

De acuerdo a nuestro entrevistado que es docente de la BUAP, dicha casa de estudios es la más consistente en el diseño de la ruta formativa que conduce al alumnado hasta su proyecto final, toda vez que son «cinco materias en línea» a lo largo de las cuáles de retoman y se potencian las habilidades que una tesis exige. Nos explica:

«Tenemos libertad de cátedra, pero nos apegamos a los códigos de ética de la institución y a los códigos y objetivos de la materia, los cuales se trabajan en academia, ahí se consensa y se aplica en el aula. Específicamente para seminarios, el proceso consiste en que en la materia de Taller de investigación se elabora el protocolo, para esta materia previamente las y los estudiantes cursaron Introducción a la Investigación, y dos cursos de Metodología Cuantitativa y Cualitativa, ya en el seminario desarrollan la investigación con quien imparte la materia, además que se invita a un asesor para que acompañe al estudiante en la revisión del proceso».

Las tres entrevistadas también acreditaron que las instituciones ofrecen otras modalidades de titulación, tales como realizar una maestría en la misma institución (práctica propia de las universidades privadas que les permite retención de la clientela), en cuyo caso deben concluir la maestría y titularse de ella como requisito obligatorio para obtener el título de licenciatura. Una de las entrevistadas consideró esta elección riesgosa, porque «se incentiva la evasión de un proyecto de culminación de nivel académico» a alumnos que después, para su sorpresa, se encuentran un año despúés ante la exigencia de montar, ahora sí, un proyecto con mayores exigencias, que será evaluado frente a jurado».

 Otra opción muy socorrida para el egreso universitario suele ser la titulación por promedio; dos de las fuentes nos comentaron que, particularmente en las universidades particulares, suelen implementarse un conjunto de medidas prácticas -no desbordantes de valor didáctico- para asegurarse que todo alumno que vaya al corriente en sus colegiaturas alcance a toda costa el puntaje mínimo para la titulación automática. Estas medidas suelen incluir las órdenes directas de los directores o coordinadores de que se «premie» con cierta cantidad de puntos en todas las materias a los alumnos participantes en «actividades institucionales de integración» tales como concursos de disfraces, encuentros deportivos, vendimias de comida artesanal y montajes de ofrendas, entre otros; o las maniobras de presión sobre docentes solicitadas por alumnos no satisfechos con su calificación -asistidos o no por lo previsto en la normatividad institucional- y ejecutadas por coordinadores y  directivos (personal que suele laborar con sueldo estable, a diferencia de las y los docentes-soldado, que apenas cobran por hora clase), bajo el entendido que «una buena calificación es parte de un buen servicio«. Otra de las opciones de titulación mencionadas fue el examen estandarizado de conocimientos teóricos y habilidades metodológicas, aplicado bajo la supervisión del Centro Nacional Para la Educación Superior. 

«De los chicos que planean titularse por promedio o por maestría, es muy raro el que muestra compromiso en Seminario de Tesis, a pesar de que la materia como tal requiere ser aprobada como cualquier otra antes de poderse titular», comentó una de nuestras fuentes que trabaja en universidad particular. «Sin embargo, independientemente de cualquier déficit que al final del curso hayan acumulado en entregables o faltas injustificadas, el alumno ya tiene su plan de titulación y bajo la premisa de que es el cliente, suele llegar hasta las últimas instancias para conseguir alguna facilidad extraordinaria para alcanzar el número que necesita de aquella materia».

En algunos casos, el impasse es tan grave -tanto con la falta de interés del alumnado como de la universidad– que termina siendo el propio docente de tesis quien sugiera al alumno evaluar otras alternativas de titulación. Nos relata una de nuestras fuentes cómo renunció a volver impartir seminario de tesis:

Ya no quería dar la asignatura porque me dedicaba a verificar todo. Yo planteaba correcciones y ellos no las hacían. Y una vez hasta reclamó a coordinación un estudiante de por qué no había acreditado. Porque prácticamente no había entregado nada. Solo reenviaba el mismo documento. Me solicitaron que hiciera un reporte y les dije: ya ha sido mucha inversión de tiempo y solo me pagan 3 horas clase, en la plataforma está toda la información y ustedes tienen acceso. Así que avante. Aclaro, no todos pero sí la mayoría no tienen tal. Y de plano les decía que buscarán otras formas de titulación».

LAS CARGAS DE TRABAJO

En cuanto a la cantidad de tesis por grupo cuyo desarrollo, culminación y en muchos casos gestación debe acompañar y supervisa el titular del Seminario de Tesis, uno de nuestros entrevistados refirió haber asesorado un mínimo de 3 y un máximo de 6; otra ha asesorado entre 5 y 17 protocolos por grupo; y otra de nuestras fuentes refirió haber asesorado en elementos formales mínimo 5 y máximo 30 protocolos por grupo.

Las tres fuentes coinciden en que la inversión de tiempo que al docente exige Seminario de Tesis es «significativamente superior» al que exigen las demás materias. Sin embargo, la paga por hora clase es siempre idéntica. Es decir, a pesar de tener significativamente más repercusión, y por exigir mucho más trabajo que otras materias, la materia de tesis en realidad no paga igual: paga menos.

Durante el seminario, las funciones a desempeñar mencionadas por nuestras entrevistadas fueron “selección de temas de acuerdo al interés del alumno o alumna”,  “delimitar el tema”, “sugerir lecturas” , “verificar asistencia a citas y complimiento de tareas con el asesor de contenido” , “familiarizar al tesista con formatos académicos para la organización del documento”,  “sugerir correcciones de estilo”, “generar vínculos entre los tesistas y especialistas integrados a  la planta docente” “vigilar el cumplimiento de convenciones en la referenciación bibliográfica” “detectar plagios” y “hacer que aprendan la escritura académica”.

Puede resultar una aclaración obvia, pero no está por demás tomar en cuenta que no es lo mismo llevar a cabo estos procesos con 5 que con 30 tesis; así como que los docentes suelen tener simultáneamente otras materias en su carga de trabajo; y que los docentes suelen laborar en más de un centro educativo, obligados por las remuneraciones generalmente bajas que perciben, casi siempre por recibo de honorarios. Hora dada, hora pagada. La mayoría de los docentes universitarios no gozan de salarios propiamente dichos, ni de prestaciones, sino que las instituciones suelen remunerar su trabajo como si fueran contratistas independientes.

LOS PRINCIPALES RETOS DE LA ASESORÍA DE TESIS

Ante las preguntas “¿Cuál es el mayor reto que una docente enfrenta en 2024 para conseguir que su alumnado llegue a producir tesis sólidas metodológicamente? ¿Qué es lo más difícil de llevar de la mano a esta estudiante de no saber de qué quiere que vaya su tesis, al momento en que las sinodales dan su voto de aprobación?”, el maestro y las maestras brindaron respuestas en las que coinciden la longitud y complejidad del proceso, así como los atributos y actitudes necesarias para superarlo.

“Es un proceso largo, el reto es mantener al estudiante interesado y, por supuesto, comprometido con su proyecto. Que comprenda que es un proceso de casi un año y requiere disciplina, constancia y trabajo. Puede existir la mejor asesoría pero si no hay compromiso, al final no habrá resultados. (…)  También hay que tener en cuenta que tener los recursos materiales, académicos y tiempo para realizar la tesis son parte de los motivos que hacen que se logre concluir con éxito”, aportó una de nuestras entrevistadas. Desde mi experiencia hay un sentido de compromiso por parte del estudiante cuando asume la elaboración de la tesis. Sin embargo, la cotidianidad y los aspectos personales (hijos, trabajo, precariedad) no son ajenos y marcan una pauta que determinará la interrupción o culminación del trabajo”.

Por su parte, otra de nuestras entrevistadas manifestó cierta desilusión con el nivel de compromiso que percibe en buena parte del alumnado, aunque también reconoce que las facilidades cada vez mayores otorgadas por las instituciones a los tesistas pueden hacerles transitable el camino que conduce a la culminación de su tesis:  

No les interesa e importa investigar, analizar y comprender. Ni teniendo los medios.  Y el reto es despertar a algunos esa parte y decir los beneficios. E incluso las generaciones actuales si es más complicado porque dicen que es relleno y que eso no sirve y les explico sobre la vida real.  (…) Ahora ya está más fácil: un sinodal es el asesor de tesis. Hace años los 3 sinodales eran independientes al asesor, hoy en día, de los 3, prácticamente uno ya lo tiene ganado.

Para el docente que imparte clases en la BUAP y en ISU, el acompañamiento de una tesis

Es un camino largo y los retos son muchos (…)  Hay muchos factores, pero el que yo considero fundamental es el interés genuino que el estudiante tenga por el tema de investigación. Muy pocos estudiantes les interesa titularse por tesis pues la mayoría van por titulación por promedio. Entonces son escasos los estudiantes que en realidad optan por una tesis como forma de titulación. Quienes han reprobado materias pues no se titulan por promedio y deben optar por una forma de titulación, entre ellas la de tesis, pero ahí es complicado porque se vuelve una obligación.

Desinterés por parte del alumnado, falta de recursos institucionales y grupos demasiado numerosos son algunos de los retos que enfrentan las y los docentes universitarios que imparten seminarios de investigación o de tesis. Sin embargo, el compromiso que la mayor parte de ellas y ellos depositan en su labor, y la seriedad con que se toman el proceso formativo de sus estudiantes, son la llama que mantiene viva la estafeta de la investigación académica en nuestro país.

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