Tiroteo en la Universidad Estatal de Florida deja al menos seis heridos y un sospechoso detenido

Al menos seis personas resultaron heridas este jueves en un tiroteo ocurrido en el campus principal de la Universidad Estatal de Florida (FSU), en Tallahassee. El incidente, que provocó una masiva movilización de fuerzas de seguridad y la activación de protocolos de emergencia, fue calificado por el presidente Donald Trump como un hecho “triste y vergonzoso”.

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La balacera tuvo lugar en el área del Student Union, uno de los puntos más concurridos del recinto universitario. La universidad emitió una alerta alrededor de las 11:00 a. m., solicitando a estudiantes y personal refugiarse inmediatamente. La respuesta policial fue inmediata y, según fuentes oficiales, un sospechoso fue detenido poco después del ataque.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, expresó su solidaridad a través de redes sociales:

“Nuestras oraciones están con nuestra familia de la Universidad Estatal de Florida y la policía estatal está respondiendo activamente”.

DeSantis, quien se ha posicionado como una de las figuras políticas más visibles del estado, ordenó el despliegue de recursos estatales para apoyar en la emergencia.

Desde Washington, el presidente Trump también se pronunció durante una conferencia conjunta con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

El Departamento de Justicia, a través de la secretaria Pam Bondi, informó que agentes del FBI se encuentran ya en el lugar colaborando en la investigación. La medida subraya la preocupación federal ante la creciente violencia armada en instituciones educativas.

Las autoridades locales confirmaron que una de las víctimas se encuentra en estado crítico, mientras que el resto presenta heridas de gravedad. La identidad del detenido no ha sido revelada hasta el momento, y se mantiene bajo custodia mientras se desarrolla la investigación.

Estudiantes relataron escenas de pánico y caos. Ryan Cedergren, de 21 años, dijo que se escondió junto a otros en una bolera del centro estudiantil: “Era cuestión de sobrevivir”. Otro estudiante, Joshua Sirmans, contó que fue evacuado de la biblioteca con las manos en alto.

La universidad suspendió todas sus actividades académicas y deportivas del día, y pidió a la comunidad mantenerse alejada del campus hasta nuevo aviso. La situación continúa siendo monitoreada por las autoridades mientras el país vuelve a enfrentarse a una escena cada vez más frecuente: la violencia armada en espacios educativos.

Foto: X

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