En el corazón de San Francisco, California, creció un joven que fusionaría su pasión por el skate y la música, convirtiéndose en un ícono de la cultura callejera. Tommy Guerrero, patinador profesional y músico, ha dejado una huella imborrable en la historia del skate y la música.
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Con una carrera que abarca más de cuatro décadas, Guerrero ha sido parte de la legendaria Bones Brigade de Powell Peralta, patinando junto a Tony Hawk en la década de 1980. Su estilo relajado y audaz en la pista se refleja en su música, una mezcla única de rock, hip-hop, funk y jazz.
Hasta la fecha, ha lanzado doce álbumes en solitario, incluyendo su más reciente obra maestra, «Sunshine Radio». Sin letras, su música se centra en la instrumentación, permitiéndole explorar la guitarra, el bajo, la percusión y las teclas. «Hay un aspecto de mi música que es muy del momento», afirma.
Nacido y criado en San Francisco, atribuye su amor por la expresión creativa desinhibida a sus raíces californianas. «Patinar por las colinas de San Francisco significa que tienes que ser muy consciente de tu entorno», dice.
Esta conciencia se refleja en su música, que es una celebración de la creatividad en el momento. La música siempre ha sido parte de la vida de Guerrero. Su padre tocaba varios instrumentos en una banda con sus tíos, y su abuelo paterno era un guitarrista de jazz y violinista. «Llevo la música en la sangre», «Grabo los temas como vienen a mi mente y solo fluyen a través de los instrumentos», afirma. Es algo notorio al escuchar su discografía.
El momento que cambió todo fue cuando vio a The Ramones actuar gratis en el Ayuntamiento de San Francisco en 1979. «Presenciar su energía me dejó boquiabierto». A partir de ese momento, supo que quería dedicarse a la música junto con su carrera como patinador.
Con su hermano Tony y amigos patinadores, formó la banda Free Beer en 1981. Tocaron con bandas punk legendarias como Bad Brains, Circle Jerks y Black Flag. «Todos éramos patinadores y músicos, así que nada más importaba», recuerda.
Hoy en día, sigue creando música que refleja su pasión y creatividad. Aunque reconoce que el éxito comercial no es su objetivo, su música ha sido autorizada para su uso en videojuegos y proyectos de skate.
A los 54 años, ha encontrado que la música es su salvación. «Necesito algo más a lo que poder dedicarme, y ese algo es la música. Sin ella, me volvería loco». Su legado es un testimonio de la poderosa intersección entre el arte y la acción social.
Tommy Guerrero es un visionario que ha dejado una huella imborrable en la cultura callejera. Su música y su patinaje siguen inspirando a generaciones, recordándonos que la creatividad puede cambiar el mundo.
Tommy Guerrero – Road to knowhere
Tommy Guerrero – Soulfood taquería
Nota: Daniel D´Aubeterre
Foto: Redes
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