Trabajar en casa

México debe dejar de ser el país de mayor horario laboral y menor productividad. Terminar con las “horas nalga” a la cual fueron afectos los burócratas en el siglo pasado

Trabajar en casa

Autor: Onel Ortiz

Desde hace casi dos años dejé el automóvil, el traje y la corbata. Cambié de trabajo, vendí mi auto. Retomé la bicicleta como medio de transporte. Algunas ocasiones, cuando llegó a un restaurante con mi casco y buff, me confunden con repartidor de Uber Eats, me dicen que las entregas son por otra puerta. No me molesta, por el contrario, me gusta que me consideren de esa banda de mujeres y hombres trabajadores, garrudos, que fuman mota, que recorren cada día más de cien kilómetros a pedal puro, repartiendo comida o llevando paquetes.

Cuando las distancias son largas, uso mi moto vespa roja, una de las mejores creaciones de la ingeniería italiana. Utilizo la motocicleta desde 2006, con las precauciones debidas, es uno de los mejores medios de transporte en la Ciudad. Gracias a la combinación de a pie, en bicicleta o moto, llevo casi dos años sin padecer el tránsito, embotellamientos y cierres de calles. Reduje gastos y tiempo. Además,  hago un poco de ejercicio.

Ahora cuando tomo un taxi o manejo el auto de mi ahijado o de algún amigo, los traslados me parecen lentos y en algunos casos desesperantes. El viernes 14, me percaté que no sólo es mi percepción. El tránsito en las principales arterias del centro de la CDMX aumentó de manera considerable por el regreso al cien por ciento de las actividades presenciales y las obras de mantenimiento de la Línea 1 del Metro.

El viernes pasado, el pago de quincena y los preparativos del desfile de Star Wars en el Paseo de la Reforma, colapsaron varias zonas de la Ciudad. Situaciones como estas serán cada día más frecuentes, afectando la calidad de vida, la contaminación y la economía de los capitalinos.

Las obras de mantenimiento durarán un año. El uso del cubrebocas se volvió opcional, la pandemia ha disminuido su nivel de contagio y de mortalidad, por lo cual el distanciamiento social terminó. ¿Qué podemos hacer para mejorar la movilidad?

La apuesta en el mediano y largo plazo es el transporte eléctrico público y la promoción intensiva del uso de la bicicleta. En este último punto se avanzó de manera notable, en diferentes zonas de la Ciudad se instalan estaciones de bicicletas de alquiler de muy buena calidad.

Durante la pandemia, una de las acciones que demostró su efectividad fue el trabajo en casa. Muy sencillo, en un gran número de actividades no esenciales se puede realizar trabajo en casa dos días a la semana. Podrían ser los lunes y los viernes.

México debe dejar de ser el país de mayor horario laboral y menor productividad. Terminar con las “horas nalga” a la cual fueron tan afectos los burócratas en el siglo pasado.  Dos días de trabajo en casa de los seis posibles mejorarían la productividad, lo mismo el avance de los trámites vía electrónica o telefónica. Estas medidas disminuirían la contaminación y el estrés laboral, el cual, de acuerdo a datos oficiales se disparó en años recientes.

Hay otras medidas que pueden aplicarse, como son las entradas y salidas escalonadas o los horarios reducidos, eliminando los horarios de comida. Lo más importante, utilizando más la bicicleta. Eso pienso yo, ¿usted qué opina?

Por Onel Ortíz Fragoso

@onelortiz

FotoAgencia Enfoque

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