La película «No nos moverán», dirigida por Pierre Saint Martin, ha conquistado el corazón del público y la crítica en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG). Este largometraje fue galardonado con el prestigioso premio Mezcal a la mejor película mexicana, así como con el reconocimiento del público como la favorita del festival. La ceremonia de premiación se llevó a cabo el sábado pasado, culminando nueve días de intensa actividad cinematográfica en la capital de Jalisco, que reunió a más de 200 películas de México, Europa y el continente americano.
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La trama de «No nos moverán» se centra en Socorro, interpretada magistralmente por Luisa Huertas, una abogada decidida a encontrar al soldado responsable de la muerte de su hermano durante la matanza de 1968 en Tlatelolco. Esta búsqueda obsesiva por la justicia ha fracturado su relación con su hermana Esperanza y distanciado a su hijo Jorge. Después de décadas de espera, Socorro finalmente obtiene la pista crucial para llevar a cabo su plan de venganza, arriesgando todo en el proceso.
La ópera prima de Pierre Saint Martin hizo su debut mundial en el Festival de Cinélatino de Toulouse, Francia, donde no solo fue aclamada por la crítica, sino que también se llevó tres importantes premios: el Premio Ficción de los Alumnos, de la Crítica y el galardón a mejor ficción. Esta película no sólo destaca por su narrativa poderosa, sino también por su relevancia histórica y social, capturando la atención tanto nacional como internacionalmente.
Durante la ceremonia de premiación en Guadalajara, Pierre Saint Martin expresó su gratitud, dedicando el premio a aquellos afectados por los eventos de 1968: «Luisa Huertas ha dado vida al alma y corazón de una película que resuena profundamente en muchos mexicanos, especialmente aquellos tocados por la tragedia de esa época. Este premio es para todos aquellos que han buscado redención y perdón». Sus palabras reflejan el compromiso del director y el elenco con la memoria histórica y la justicia social.
El contexto histórico en el que se desarrolla «No nos moverán» es crucial: durante el gobierno de Díaz Ordaz, México vivía un clima de agitación social y protestas estudiantiles que culminaron en la trágica matanza de Tlatelolco. Este evento, que marcó a toda una generación, sigue siendo tema de debate y memoria colectiva en el país. La película no sólo recuerda los eventos de aquel tiempo, sino que también busca reflexionar sobre el perdón y la reconciliación en la sociedad mexicana actual.
Al recibir el premio, la Actriz Luisa Huertas, visiblemente emocionada, hizo un llamado a no olvidar: «El 2 de octubre no se olvida. Lo que buscamos es la paz para nuestro país y la reconciliación». Su mensaje resonó entre el público y el equipo de producción, quienes compartieron su visión de utilizar el cine como herramienta para la memoria histórica y la construcción de un futuro más justo.
«No nos moverán» no sólo es una película que ha triunfado en festivales internacionales, sino que también se posiciona como un recordatorio de la importancia del cine como vehículo para explorar nuestras heridas históricas y buscar caminos hacia la reconciliación. Con su éxito en Guadalajara, esta obra cinematográfica promete dejar una huella indeleble en la conciencia cultural y social de México y más allá.
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