Trump y las Milicias Fronterizas: estrategias para la deportación masiva

A medida que Donald Trump se prepara para asumir nuevamente la presidencia de Estados Unidos, las milicias de extrema derecha en la frontera sur han comenzado a organizarse para colaborar con su prometida operación de deportación masiva. Estas milicias, que agrupan a veteranos militares, exagentes fronterizos y simpatizantes de teorías conspirativas, han intensificado sus actividades en los últimos años, aprovechando el clima político favorable que ha generado el trumpismo.

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Trump ha prometido expulsar a todos los inmigrantes indocumentados en el país, cuya cifra oficial es de 11 millones, aunque el mandatario electo ha asegurado, sin pruebas, que podrían ser hasta 25 millones. Ante la magnitud de esta tarea, líderes milicianos han ofrecido su cooperación. “Hay miles de agentes retirados, militares y patrulleros fronterizos que se han ofrecido como voluntarios”, declaró Tom Homan, designado por Trump como “zar de la frontera”. Grupos como el Arizona Border Recon afirman que tienen un conocimiento del terreno superior al de las autoridades federales.

La viabilidad y legalidad de esta cooperación entre grupos armados civiles y las fuerzas federales está bajo escrutinio. Sin embargo, el plan de Trump incluye la declaración del estado de emergencia para desplegar soldados y utilizar fondos militares, lo que facilitaría la participación de estas milicias.

Las milicias fronterizas han operado con relativa libertad durante años, a menudo con el consentimiento tácito de las autoridades locales. El sheriff Mark Lamb, del condado de Pinal en Arizona, ha apoyado públicamente sus actividades, y su hijo, Cade Lamb, dirige una milicia que ha hostigado a organizaciones humanitarias que ayudan a migrantes.

La comunidad miliciana en plataformas ha explotado en conversaciones sobre su papel en el próximo gobierno, esperando una autorización formal para intervenir en las deportaciones. La historia de violencia y radicalización de estos grupos, que incluye asesinatos y conspiraciones contra agentes federales, genera preocupación, pero no ha frenado sus expectativas de protagonismo en la frontera.

A medida que se acerca el inicio del nuevo mandato de Trump, queda por ver si se tomarán medidas legales para evitar que estas milicias actúen como fuerzas paramilitares en la implementación del plan de deportación masiva.

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