Los bacteriófagos o fagos son virus que parasitan y matan bacterias. Es por esta habilidad que se ha considerado usarlas en terapias para combatir a las superbacterias, microorganismos que se han hecho resistentes a la mayoría de los antibióticos.
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Ahora, investigadores de la Universidad McMaster (UMM), Canadá, desarrollaron una forma de usar a los bacteriófagos, estimulándolos a reunirse y formar esferas microscópicas. Estas se pueden aplicar de manera segura a los alimentos y otros materiales para eliminar patógenos dañinos como las cepas de la bacteria E. coli. Cada esfera tiene aproximadamente 20 micrones (50 partes de un milímetro) de diámetro, la cual puede estar cargada a su vez con millones de fagos.
¿Por qué usar estos virus?
Antes de la introducción de la penicilina en la década de 1940, la investigación sobre desinfectantes y terapias con fagos había sido muy prometedora, pero el interés en desarrollar su potencial se atenuó una vez que los antibióticos elaborados con penicilina salieron al mercado. Ahora que aumentó la resistencia al poder de la gama de antibióticos existentes en los últimos años, se han renovado los esfuerzos para analizarlos.
Cuando los fagos, que existen naturalmente en el cuerpo y en el ambiente, entran en contacto con las bacterias objetivo, se multiplican y aumentan explosivamente su poder antimicrobiano. Es una reacción en cadena, que crea una respuesta dinámica y continua, que es aún más abrumadora que los antibióticos comunes. Ningún otro producto antibacteriano, ni siquiera el cloro, tiene las propiedades especiales que tienen los fagos.
Otra gran ventaja del uso de fagos, en la agricultura y la producción de alimentos, es que se pueden dirigir de forma muy específica para eliminar ciertas cepas dañinas de bacterias sin matar las bacterias beneficiosas que mejoran el sabor, el olor y la textura de los alimentos.
La investigación se basa en un trabajo utilizado previamente por los investigadores de la UMM, en el cual se activan los fagos para que se interconecten entre sí en cantidades suficientes formando una microfibra de gel o microgel. Se unen, por así decirlo, como piezas microscópicas de Lego. Esta estructura natural organizada los hace mucho más duraderos y fáciles de empaquetar, almacenar y usar. Cada centímetro cuadrado de la película microporosa contiene más de 35,000 microgeles, lo que constituye una comunidad de 13,000 millones de fagos.
¿Qué ventajas tiene este spray?
El trabajo de investigación muestra que el material en aerosol puede eliminar las cepas E. coli 0157:H7 en la lechuga y la carne, que a menudo son la fuente de brotes de enfermedades.
Los investigadores dicen que el mismo enfoque se puede usar fácilmente contra otras bacterias que causan intoxicación alimentaria, como Salmonella y Listeria, individualmente o en combinación. Los aerosoles de fagos podrían usarse en el procesamiento, envasado y limpieza de alimentos, e incluso como tratamiento para el agua y los equipos de riego, deteniendo la contaminación en la fuente.
Se espera probar las ventajas de este nuevo material en medicina, donde podría usarse para desinfectar heridas. Aunque las aplicaciones médicas tardarán más tiempo en demostrar que son seguras y eficaces, seguramente un producto hecho para la desinfección en el procesamiento de alimentos podría llegar más rápido al mercado.
El equipo de ingeniería detrás de la invención está dirigido por los profesores Zeinab Hosseinidoust, Tohid Didar y la estudiante de doctorado Lei Tian, quienes publicaron el artículo “Microgeles de bacteriófagos nanofibrosos autoensamblables como antimicrobianos pulverizables dirigidos a bacterias multirresistentes” en la revista Nature Communications, el 5 de diciembre de 2022.
Con información de: brighterworld.mcmaster.ca y www.nature.com
Ilustración: Iván Castillo
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