Venta de piñatas en mercado Venustiano Carranza ¡no pierde el tino!

De la gran variedad de piñateros que en años pasados se encontraban instalados en el mercado Venustiano Carranza, el puesto que maneja la familia Cortés Velázquez es prácticamente el único que se mantiene vivo en este lugar.

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Para ellos, la elaboración de piñatas para la temporada navideña es una tradición que han mantenido viva por más de 30 años y comenzó con la señora Edith, quien es la jefa de esta familia.

En entrevista para El Ciudadano México, su hija Esmeralda, relató que fue su madre quien tuvo la inquietud de comenzar a vender piñatas en este mercado luego de ver que muchos de los locatarios se dedicaban a esto, por lo que gracias al apoyo de su esposo, hijas, y ahora nietos, han podido sacar el negocio adelante.

«En este mercado había más piñateros y por eso le dieron ganas de empezar a elaborarlas y hasta ahora seguimos. Somos los únicos en toda la familia que hacemos esto»

Esmeralda

Fue precisamente la señora Edith quien les enseñó a ella y a sus hermanos el arte de elaborar piñatas de cinco y siete picos, para las cuales ocupan periódico, cartón, papel china y papel metalizado.

La piñata que más busca la gente en esta temporada es la de siete picos, que tiene un precio de $150 pesos, aunque pueden crear piezas de mayor tamaño, cuyo costo va de los $280 hasta los $600 pesos.

Noviembre y diciembre son los meses en que comienzan a comercializar las piñatas que elaboran, llegando a vender hasta mil 500 piezas, de las cuales, gran parte se van con clientes que compran por mayoreo.

Sólo es un negocio de temporada

Explicó que cada año invierten alrededor de 35 mil pesos para la creación de todas esas piezas, lo que al final les deja el triple de ganancias, no obstante, afirma que es poco el ingreso que se genera, pero aclara que este es un negocio de temporada.

Esmeralda, quien ha estado cerca del negocio familiar desde que es muy pequeña, comentó que la creación de piñatas es un negocio de temporada, pues el resto del año se dedican a la venta de flores, palanqueta y alegrías.

«En el transcurso del año nos dedicamos a la venta de flores, en Semana Santa elaboramos palanqueta, mi papá siembra el cacahuate y el amaranto, y entre mis papás hacen la palanqueta y la alegría. En semana santa se vende eso y vamos a entregar a Tlaxcala nuestros productos»

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Sin embargo, es innegable que esta familia destaca por sus piñatas, pues esta actividad les valió ser reconocidos hace tres años por el gobierno municipal como los mejores elaboradores de estas estructuras entre 24 mercados de la ciudad de Puebla.

A pesar de esto, asegura que la costumbre y la tradición, que han impulsado sus padres, es lo que mantiene a su familia dentro de la elaboración de estos símbolos de la cultura mexicana.

Fotos: Daniel Jiménez

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