Desde hace ocho meses, a Yesica Estrada se le ha negado la convivencia con sus hijas, por lo que este miércoles pedirá al juez encargado de su caso la devolución de la custodia y la imputación del delito de violencia vicaria al padre de las menores.
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Rubén N, expareja y presunto agresor, permance en prisión preventiva por violencia familiar desde el pasado viernes, por lo que la madre teme por el bienestar de las niñas, que se quedaron sin tutor.
En Casa de Justicia de San Bernardino Tlaxcalancingo, en San Andrés Cholula, la mujer asistió a la audiencia contra su expareja, para solicitar la segunda vinculación a proceso por este delito en el país, ante la reciente tipificación de este crimen en Puebla.
Acompañada por mujeres del Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria, Jesica denunció que Rubén N incumplió las convivencias virtuales con las niñas, por lo que denunció sustracción de menores.
Señaló que el padre se vale de «argucias, amparos y técnicas dilatorias» para impedir el acercamiento con las niñas, que dejó de ver cuando tenían 5 y 7 años, respectivamente.
También pidió medidas cautelares contra Rubén N, pues teme que al salir de prisión preventiva pueda agredirla o a alguien de su familia.
La mujer, junto con las madres del Frente Contra la Violencia Vicaria, demandaron al juez de la causa, aplicar perspectiva de género y regresar la guardia y custodia a Jesica.
Un juzgado familiar le otorgó la potestad de las menores a Rubén N hace dos años, luego de que el padre inculpó a Jésica de un presunto robo. Aunque la madre fue absuelta del señalamiento, durante la averiguación otorgó la custodia provisional al padre.
Foto: Twitter
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