Violencia infantil y el panorama de la pandemia en México

¿Cómo puede un docente darse cuenta de que un alumno sufre violencia infantil en medio de una pandemia y a través de medios digitales?

Violencia infantil y el panorama de la pandemia en México

Autor: Alexia Stuebing

“Previo a la pandemia, miles de padres, madres o cuidadores no contaban con opciones seguras para que sus hijas/os entre los 0 y 6 años de edad pudieran recibir cuidados y comenzar con la educación inicial y preescolar, ya que muchos de ellos no tienen un esquema de protección social que les permita acceder a centros de atención infantil, guarderías u otros espacios de cuidado; esta situación podría agravarse ya que en el 2020 la tasa de empleo informal ascendió a 54.2 por ciento, es decir 27.6 millones de personas en todo el país. A ello se suma el retroceso en el acceso a servicios, que deriva del desmantelamiento de programas públicos de cuidado infantil como el caso de los programas de Estancias Infantiles para apoyar a madres trabajadoras, el de Atención a Jornaleros Agrícolas, y los recortes a programas como Escuelas de Tiempo Completo y Educación Inicial de CONAFE.

Como consecuencia, niñas y niños se quedan solos en sus hogares, al cuidado de hermanas/os mayores, de vecinos o de otros familiares. Este abandono institucional, además de provocar rezagos en su educación y desarrollo, les pone en grave riesgo, ya que son los hogares los espacios en donde se presentan el 72.6% de los accidentes en menores de 4 años de edad, muchos de ellos sufriendo lesiones que les provocan daños permanentes en su salud. Además, la falta de estos espacios de cuidado los hace ser más vulnerables frente al abuso sexual infantil.”

#NiñezASalvo, una campaña a favor de la protección de niñas, niños y adolescentes de la organización Save The Children México.

Desde marzo de 2020 las escuelas tuvieron que migrar a formatos digitales y televisivos de forma fortuita. Una situación que nadie preveía y que a la fecha, en mayo de 2021, un año y dos meses después del inicio de la cuarentena; sigue sin tener una fecha de caducidad visible.

Esto significó que los modelos educativos tuvieran que mirarse desde otra perspectiva, sin mayor preparación y con mucha prueba y error sobre la marcha. Si bien esta migración digital ha sido una herramienta alternativa para no dejar de lado la educación; ha sido también una solución parche, en la que la falta de convivencia presencial afecta al desempeño y atención de los DH de las infancias y adolescencias.

El SIPINNA, en conjunto con  la Secretaría de Gobernación; generó un informe sobre las Acciones Indispensables para la atención y protección integral de niñas, niños y adolescentes en el Contexto del COVID-19 en mayo de 2020. Un año más tarde, en mayo 2021, se encuentra en su tercera actualización.

En este informe se han llevado a cabo acciones importantes para la atención de violencia infantil en tiempos de pandemia; de los cuales se pueden destacar:

  • (Artículo 14) La optimización del funcionamiento de Líneas telefónicas de emergencia para atender violencia familiar, esto en coordinación con el 911. Así como la capacitación a las personas operadoras ante el contexto de protección de las NNA; para evitar la desestimación de las llamadas realizadas por menores.
    • (Artículo 18, párr. 10) “La Secretaría de Salud y la SESIPINNA colaboraron para incorporar la detección y atención a la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes en el Protocolo de Coordinación Interinstitucional para la protección de niñas, niños y adolescentes contra toda forma de violencia”.
    • (Acción 23) “Poner al alcance de madres, padres y personas cuidadoras, mediante medios electrónicos y digitales, materiales de orientación que les permita apoyar el proceso de aprendizaje de niñas, niños y adolescentes, así como los programas de apoyo socioemocional que ofrecen los centros escolares”. La cual incluye:
      • Un fichero con “Herramientas de soporte socioemocional para la educación en contexto de emergencias. Cuidar de Otros, es Cuidar de Sí mismos”, dirigido a madres, padres, personas cuidadoras, personal docente, educandos, directivos y todos los miembros de la comunidad escolar.
      • Y una red de acompañamiento socioemocional exclusivo para personal docente.

Estas acciones resultan refrescantes y de bastante utilidad frente a un contexto como el que vivimos actualmente.

Sería de gran valor que las autoridades municipales poblanas, tomaran manos en el asunto desde su nivel de actuación; y así poder implementar medidas similares, aún después del caos provocado por la pandemia por el coronavirus.

La situación actual es ha acentuado los índices de violencia en todas sus variantes. La violencia o maltrato infantil no ha sido la excepción. Pensemos que una persona promedio está acostumbrada a un ritmo de vida, con salidas fuera del hogar y convivencia social recurrente; de un día para otro esto cesa y su estilo de vida toma otro rumbo.

Para los adultos los procesos de adaptación han sido difíciles; pensemos en los niños, que recién se acostumbran a modos de vida y que no comprenden a gran escala lo que sucede. A esto agreguemos que vive en un ambiente violento, donde su única convivencia ha sido la escuela en línea. ¿Cómo puede un docente darse cuenta de esta situación?

En una era pandémica como la que nos atraviesa en estos momentos, el rol de un docente ante la violencia infantil es más importante que nunca antes: requiere atención, observación a todo detalle, redes de comunicación, acercamientos y charlas directas.

Quizás los docentes no son los sujetos que atienden en directo esta situación; sin embargo sí que son un canal importante para su detección y también para su prevención. Hace falta un sistema que respalde aquellos que cuentan con esa vocación innata y que la contagie a los que carecen de ella.

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